“¡Yo sí te creo!”, “Nos están matando y tú no haces nada”, “Tocan a una, tocan a todas”, “Mexicanas al grito de guerra” y muchas otras consignas figuraron en la marcha de las mujeres contra la violencia policial y de género realizada en la Ciudad de México y algunas ciudades del interior del país el viernes 16 de agosto.
Después de que saliera a la luz la denuncia de una adolescente de 17 años, quien afirmó haber sido atacada sexualmente por policías de la Ciudad de México, el pasado 3 de agosto cuando volvía de una fiesta, se generó una gran indignación a la que la gente respondió con la primera marcha: #NoMeCuidanMeViolan en la capital del país, en la cual, según datos oficiales, el 41.3 por ciento de las mujeres han sido víctimas de violencia sexual y el 56 por ciento de su territorio tiene alerta por violencia de género.
Durante la marcha los contingentes que avanzaban desde diversos puntos de la ciudad para reunirse en Paseo de la Reforma evocaban el caso de esta menor con el grito de “¡Yo sí te creo!”, ya que, según las autoridades, la investigación que se realiza al respecto arroja algunas contradicciones en las declaraciones de la menor e inconsistencias de su dicho con lo que se observa en las cámaras de videovigilancia.
Las alrededor de 1,500 mujeres contabilizadas por la Secretaría de Seguridad comenzaron a arribar a las 18:00 horas con pancartas que exigían justicia. En determinado momento y ante la ausencia de policías en los alrededores, los ánimos se desbordaron, grupos muy localizados de mujeres vestidas de negro vandalizaron monumentos y equipamiento urbano, así como negocios particulares y vehículos.
En el trayecto anunciado del Ángel de la Independencia al Zócalo de la capital no solamente las mujeres sino grupos de hombres -algunos con la cara cubierta- comenzaron a causar destrozos que llegaron hasta las instalaciones del Metrobús y espacios comerciales por los que pasaban, además de un comunicador que fue golpeado por un joven mientras realizaba su trabajo.
Desvirtuado el objetivo inicial de esta acción, no tardó en aparecer en las redes una tendencia: #EllasNoMeRepresentan, con la cual usuarias rechazaban la violencia suscitada en la marcha y los daños causados a patrimonio histórico de la Ciudad de México. En el interior del país no se habían reportado casos similares en ninguna de las marchas convocadas simultáneamente.