A tan solo 60 días de convertirse en la primera mujer Station Home Officer (SHO) en el distrito de Pakpattan, Pakistán, Kulsoom Fatima ha recibido el reconocimiento de la sociedad por su desempeño al investigar y resolver 200 casos de violación o abuso sexual en la demarcación.
El dato ha llamado la atención de propios y extraños en un país en el que los activistas afirman que existe “una epidemia de violaciones” sustentada en profundas raíces culturales que consideran al género femenino como débil y sometido, y que según el Ministerio de Derechos Humanos y la ONG Sahil, registró 17 mil 862 casos de abuso infantil a menores entre 2013 y 2017.
Fatima declaró que siempre le enojaron los incidentes de abuso sexual contra niñas, “pero no podía hacer nada al respecto en ese momento”, por lo que cuando tuvo la oportunidad se unió a la policía, en la que fue nombrada subinspector en Punjab, después de aprobar los exámenes competitivos.
Con su nombramiento como SHO en la estación de policía modelo Daloryam, se prevé que las mujeres oficiales ayuden a dispensar justicia de mejor manera, ya que como lo explica Kulsoon Fatima:
Mujeres que no acudieron a la policía antes por temor a que no las escuchen, ya que he venido aquí están acudiendo.
Fatima obtuvo la tarea que siempre había querido: le asignaron los 200 casos relacionados con mujeres y niñas y pudo darles seguimiento e investigar con un destacado desempeño que le ha valido el reconocimiento en su región, su país y a escala internacional.
La agresión sexual ha sido creciente en Pakistán, al grado que en 2010 se promulgó una ley contra el acoso a las mujeres en el lugar de trabajo y se modificó la sección 509 del Código Penal para definir claramente el acoso sexual, aumentando el castigo hasta tres años de cárcel o una multa de hasta 500 mil rupias.