Al parecer, existen más mujeres inmaduras en el “mercado” que las que han dejado de pensar como niñas en lo que respecta a una relación. Las mujeres maduras y las “niñas” piensan y viven de manera diferente, ya que interactúan con el mundo desde otra perspectiva. Las primeras se enfocan en realizar sus metas y logros, además de ser independientes, mientras que las segundas esperan que las demás personas les resuelvan toda clase de asuntos; se sienten vulnerables la mayor parte del tiempo y buscan constantemente la atención que un hombre pueda brindarles.
Desde luego, las mujeres enfrentamos la misma dinámica en lo que se refiere a hombres maduros o “niños” que buscan a alguien que continúe jugando para ellos el rol de mamá. Aunque creas que pasan desapercibidas, estas señales te indican si estás frente a una mujer o una “niña”.
1. Las mujeres saben que pueden verse atractivas con cualquier atuendo. Una niña usa ropa reveladora para intentar ser sexy.
Las mujeres que han madurado comprenden que no tienen que ser tan provocativas para llamar la atención de un hombre. Son seguras de sí mimas y saben que la ropa no es lo que las hace o no atractivas.
2. Las mujeres son capaces de expresar sus sentimientos. Una niña espera que su pareja adivine cómo se siente.
Las “niñas” creen que los hombres pueden saber lo que piensan, cómo se sienten y qué es lo que están tratando de decir; en cambio, una mujer madura puede hablar sobre la forma en la que se siente y si algo no le gusta dentro de su relación, aclararlo.
Desafortunadamente, los hombres no pueden leer la mente, no han nacido con ese fabuloso don, así que seguirán sintiéndose frustrados tratando de descifrar lo que piensa una “niña” y en cambio, agradecerán que una mujer se exprese de manera directa.
3. La mujeres son económicamente independientes. Las niñas esperan que los hombres siempre paguen las cuentas
A las “niñas” les gusta ser cuidadas y mimadas porque no han madurado, cualquiera que sea la razón; constantemente buscarán que los hombres les consientan sus caprichos. Por otro lado, una mujer se permite pagar su cuenta (o la de ambos) de vez en cuando, lo que le recuerda al hombre que no está con él sólo por su dinero, sino porque la trata bien y la respeta.
4. Las mujeres pueden beber alcohol y conocer sus límites. Las niñas beben hasta emborracharse.
Identificar a una “niña” en un bar es muy sencillo: generalmente esperan obtener bebidas gratis mediante acercamientos provocativos; después de haber bebido mucho pueden terminar sobre una mesa bailando y bebiendo hasta prácticamente quedar inconscientes. Una mujer no hace eso: bebe sólo lo que considera justo porque no busca perder el control.
5. Las niñas no pueden esperar para actualizar su estado en Facebook a “en una relación”. Las mujeres pueden olvidarse de su cuenta de Facebook.
Las mujeres están tan ocupadas con sus obligaciones que no se molestan en actualizar sus estados de Facebook y no correrán a avisarle al mundo que tienen una nueva relación. Quizá lo hagan cuando tengan un poco de tiempo.
6. Las mujeres leen. Las niñas miran en la televisión programas basura.
Las mujeres también miran buenos programas de televisión (es uno de sus pocos “placeres culpables”), pero la mayoría de su tiempo libre lo dedican a leer revistas interesantes y buenos libros.
En cambio, las “niñas” se llenan de contenido sin sentido, como programas de chismes y reality shows, sólo para tener en qué ocupar su tiempo.
7. Las mujeres saben tener una conversación interesante. Las niñas hablan constantemente de asuntos triviales.
La mayoría de las niñas son terribles para mantener una conversación que muestre sus intereses o aficiones intelectuales, por lo que una conversación con ellas se vuelve aburrida. Es probable que sus opiniones se centren en lo que otras personas han hablado o sobre su grupo de amigas.
Las mujeres, por otro lado, pueden ser fascinantes si les apasiona un tema.
8. Las niñas comen ensaladas. Las mujeres comen lo que ellas quieren
Por lo general, las niñas piden una ensalada cuando comen, sólo para demostrar que son saludables (aunque al llegar a casa se coman un bote de helado porque mueren de hambre).
En cambio las mujeres, si así lo desean, comerán lo que se les antoje, sin ningún problema. Esto no quiere decir que jamás coman ensaladas: lo hacen porque respetan sus cuerpos y comen sanamente, no para que las demás personas sepan que están comiendo de manera saludable.
9. La mujeres buscan nuevos retos y expandir sus conocimientos. Las niñas se apegan a lo que ya saben y no buscan más
Para una mujer es importante aprender nuevas cosas y después ponerlas en práctica en su vida diaria. Hace lo posible por conocer nuevas personas y descubrir nuevas habilidades que puedan funcionar en su vida, son apasionadas y dedicadas a lo que les gusta hacer.
Las niñas no están completamente seguras sobre lo que desean, los propósitos no son parte de su vida y están a la expectativa de lo que un hombre pueda hacer por ellas –o desea– para no tener que hacer más esfuerzos y decidirse.
10. Las niñas necesitan un tutor que las guíe. Las mujeres pueden hacer las cosas por sí mismas.
No hay nada mejor que una mujer que se puede cuidar y es capaz de resolver los problemas por sí misma. No para complacer a un hombre sino porque sabe que es lo mejor para ella. Por eso son fuertes, seguras e independientes.
Las niñas necesitan de los hombres para sobrevivir: ¿es esto lo que te gusta de ellas?