Según algunos, finalmente llegó una app con la que TODOS podemos estar de acuerdo. Y es que en general todos amamos a los perros: chicos, grandes, peludos y cachorritos; pero honestamente no todos tenemos el espacio para cuidar a una mascota o, bien, teniéndola no conseguimos el tiempo suficiente para darle todo el amor y cariño que necesitan.
La finalidad de esta aplicación es exclusivamente el cuidado y seguridad del perro en cuestión; ya que se recomienda especialmente para dueños de perros que trabajan muchas horas fuera de casa o viajan constantemente.
Compartirás tu perro con alguien que no pueda tener mascota
Bark n Borrow es una inteligente combinación entre Uber, Tinder y la película Hotel para perros. Ya que se maneja por un radio de área donde se encuentren las personas conectadas a la plataforma y se vean disponibles para hacer un cambio amistoso entre mascota y tiempo de cuidado.
Bark n’ Borrow es la aplicación perfecta para lograr una compatibilidad entre personas responsables que no pueden tener una mascota de tiempo completo y dueños que necesitan la ayuda de alguien que cuide a sus perros medio tiempo.
Después de que tú como usuario-dueño consideres y hayas leído con detalle el historial del postulante para que estés mucho más seguro de la persona, lo que sigue es acordar un lugar para encontrarse y esperar que la chispa canina-humano vuele en el ambiente.
De alguna manera, esta app puede detener un poco el mercado de “niñeros para perro”, pero por otro lado también tiene un efecto positivo para las personas que gustan de compartir su tiempo con estos hermosos y nobles animales para entregarles su cariño y atención.
La idea detrás de esta increíble aplicación nace de otras apps dedicadas a los perros como Rover y Dog Vacay, dedicadas a crear comunidades seguras para nuestros animales consentidos.
Esta aplicación es genial para los dueños que trabajan diariamente por jornadas largas y llegan muy tarde a casa para ver a su perro, así como para aquellos que viajan demasiado y prefieren mejor un contacto con el “dueño-prestado” y no con un “hostal para perros”.