Molly Moore es una joven de Spring Lake, en Michigan, que ama a los animales tanto como a la vida propia; pero sobre cualquier cosa en esté mundo, ama a su perro Wesley. Pueden pasar horas juntos en los parques, las calles o en casa, en realidad el lugar no importa.
Esté golden retriever nació totalmente sano e incluso se desarrolló perfectamente, hasta que apareció un pequeño problema cuando aún era cachorro; sus dientes comenzaron a hacerse chuecos. Este problema no le permitía cerrar bien la mandíbula, casi no comía e incluso ya no jugaba como antes, por lo que había que hacer algo al respecto.
¡Manos a la obra!
Molly trabaja en Harborfront Hospital for Animals, la clínica veterinaria de su papá, Jim Moore. Juntos buscaron una solución para los dientes de Wesley; era urgente pues el cachorro tenía que alimentarse correctamente.
“Una vez que sus dientes definitivos comenzaron a crecer, nos dimos cuenta de que estaban chuecos y no era capaz de cerrar totalmente el hocico”.
Wesley es el mejor paciente
Durante la ortodoncia se mostró tranquilo. No había porqué temer, ya que el padre de Molly es un especialista en el área dental canina.
Ahora luce diferente
Sí, definitivamente es extraño ver a un perro con frenos dentales, pero su veterinario asegura que esto tendrá efectos positivos y que incluso funcionan en períodos cortos de tiempo, caso contrarío de los humanos.
La ortodoncia no se practica por un motivo estético en los animales, es exclusiva para casos en que un animal sienta dolor, tenga problemas o alguna disfunción.
“Mucha gente no entiende que Wesley usa brackets por una razón médica de fondo”.
Pronto será un perro de revista
Todo esta saliendo como se esperaba y Wesley pronto tendrá una nueva sonrisa. Como dato curioso, Molly también utilizo brackets durante varios años. ¿Coincidencia?
“Las personas encuentran que Wesley se ve adorable con sus nuevos aparatos de ortodoncia”.