Si tenemos un perro en casa es porque desde el momento en que decidimos adoptarlo prometimos ser las mejores dueñas, ya que creemos que somos capaces de darle una vida digna y amorosa a un querido amigo de cuatro patas.
Sin embargo, conforme pasa el tiempo y nuestro cachorrito crece para hacerse cada vez más independiente, es muy común olvidarnos de qué hábitos y costumbres merece para que nunca deje de sentirse un perro amado y feliz. Hemos creado una lista de las 15 formas con las que no debes maltratar a tu hijo canino para evitar que se vuelva un perro infeliz.
1. No jugando con él
De entrada, a menos que tu trabajo sea de paseador de perros, tienes que saber que tu perro odia tu trabajo; él te extraña todo el día y se aburre solo en la casa, por eso cuando corre hacia a ti y no le aceptas un juego estás dejando en él un vacío muy grande.
2. No sacándolo a pasear
Aunque tu perro ama tenerte a un lado del sofá mirando televisión, debes ser consciente de que al no sacarlo a pasear estás siendo una dueña un poco egoísta, ya que los perros fueron hechos para caminar y recorrer largas distancias. Es muy importante para su vida tener un espacio al aire libre donde puede conectarse con la naturaleza, incluso con el ecosistema urbano.
3. No educándolo
Al igual que a un hijo, si no educas a tu perro para que sepa qué cosas están bien y qué están mal, si no le enseñas cuáles son los peligros a los que puede estar expuesto, pero sobre todo si no lo enseñas a obedecer ordenes, tu perro sufrirá en su etapa adulta, pues jamás sentirá que pertenece a su propio hogar.
4. Educándolo con ‘mano dura’
Otra de las cosas que más odia tu perro son tus neurosis, sobre todo cuando le gritas y regañas con mano dura. Si tienes problemas para educarlo es mucho mejor que estudies entrenamientos de reforzamiento y que te tomes el tiempo con él para lograr una mejor comunicación; aquí te dejamos unos tips de entrenamiento positivo.
5. Cuando lo consientes demasiado
Una de las cosas más irresponsables que puedes hacer como dueña es empezar a tratar a tu perro como un bebé y consentirlo de una manera en la que no le pones ni límites ni castigos por su comportamiento.
6. Tratándolo como si no te entendiera
Sabemos que amas a tu perro como a un hijo, pero no es un bebé. Aunque la inteligencia de un perro (con ligeras variaciones) generalmente es muy similar a la de un niño de 2 años o 2 años y medio, debes recordar que sí entiende, y entre más ejercites su capacidad de racionamiento más activos su cuerpo y mente estarán; tu perro es mucho más inteligente de lo que crees, no lo subestimes.
7. Abrazándolo muy fuerte
No es una regla general, pero a la mayoría de los perros les molesta mucho que los abracen demasiado, pues se sienten atrapados y sometidos, y aunque con el tiempo aprenden a tolerarlo porque saben que a ti te hace feliz, debes respetar más su espacio.
8. Cargándolo como a un bebé
Cuando cargas a tu mascota todo el día en los brazos estás interrumpiendo su desarrollo como perro, y a menos de que estés a punto de subir a un avión, es muy poco recomendable que lo cargues en bolsas para transportarlo. Aquí la guía de cómo cargar a tu perro.
9. Dándole comida que no es buena para él
Evita darle alimentos que le harán daño, aunque creas que lo estás consintiendo cuando le ofreces de tu comida. Nunca le des huesos de pollo, chocolate, azúcares, sales, lácteos ni alcohol a tu perro; estos son de los alimentos más dañinos que le puedes ofrecer.
10. Dándole demasiados premios
Darle en exceso “premios” (comida) por todo lo que hace tu perro sólo provocará que se haga obeso, además de que lo mal acostumbras. Lo ideal es darle un premio por semana o por quincena máximo; un huevo cocido, camote, zanahoria, mantequilla de cacahuete, brócoli, manzanas, plátanos, ejotes, y pechuga de pavo son los mejores premios que le puedes dar.
11. No dejándolo jugar con otros perros
Tu perro necesita interacción con otros de su especie, y cuando lo llevas a mirar a otros perros jugar mientras tú lo tienes atado a la correa sólo provocas frustración y tristeza en él. Necesitas darle su espacio y dejar de tener miedo a lo que le pueda pasar si se relaciona con otros.
12. No poner atención a cuando necesita un apapacho
Tu perro odia cuando va a pedirte un cariño y se lo niegas. Piensa en todo el tiempo que pasa lejos de ti, además en lo mucho que te quiere y lo triste que se pone si lo ignoras.
13. Cuando no eres coherente con lo que le ordenas
Si un día te pones histérica porque se sube al sillón y tú lo quieres abajo pero porque tendrás visitas y acabas de limpiar, pero al otro día ya no te importa tanto y le ruegas para que te acompañe a ver la tv en el sofá; nada de esto tendrá sentido para a él, necesitas ser coherente con lo que le pides.
14. Si lo desprecias cuando llegas a casa y él corre hacia ti
Tu perro no piensa ni reconoce a nadie más en el mundo que a ti, eres su mejor amiga y a quien más admira; ahora imagina que tiene todo el día pensando en el momento en el que llegarás a casa, y cuando corre hacia ti desquitas tu mal día con él alejándolo de ti. Parte de tu responsabilidad como dueña es darle siempre amor cada vez que lo veas.
15. Cuando le das de comer en platos de plástico
Los mejores platos en donde le debes de dar de comer son en los de acero inoxidable, pues son los que guardan menos bacterias, además son mucho más resistentes y fáciles de limpiar. Los platos de plástico tienen algo llamado Bisenol A, el cual contiene tóxicos cancerígenos para perros y humanos. Cuando tu perro rasguña el plástico deja huecos donde se anidan las bacterias.