Al menos es lo que dice su cara. Esta raza tiene su origen en China, donde eran considerados un valioso regalo de boda. Los primeros pugs llegaron a Europa por comerciantes holandeses. Rápidamente, tal como había ocurrido en su país de origen, se convirtieron en las mascotas favoritas de la realeza. Después de popularizarse en Francia, España e Inglaterra llegaron a América, donde son una mascota querida.
Los pug resultan muy atractivos para el hogar y como perros de compañía, sin que se deba necesariamente a que son pequeños. Su expresión facial, con arrugas profundas, cara chata y ojos grandes que parecen asustados, no les hace justicia, porque son perros juguetones. Pequeños payasos peludos en acción.
1. ¿Qué pasará si me atrevo a comerme esa galleta?
2. La historia de mi vida
3. ¿Cómo permanecer indiferente si se burlan de mis miedos?
4. Mira, Firulais, ¡el payasito!
5. No puedo ocultar mi cara de susto
6. Cualquier ruido inusual me hace voltear
7. La vela en mi galleta de cumpleaños me puso paranoico
8. Pero mi amo volvió a burlarse de mí y me asustó con un oso
De peluche. Pero estaba gigante. Y me surré.
9. Un patito no deja de ser un acosador potencial
10. Y luego, las vacaciones. ¡Nada, Firulais! ¿Ves que rico?
11. Se les olvida que me espanta hasta una sombra, ¿o qué?
12. ¡Genial! Deportes acuáticos para que me dé un infarto.
13. Todos confabulan en mi contra. Limpieza de oídos, ¡nooo!
14. Prefiero pasar disimuladamente inadvertido
15. Antes de que me encuentren para darme ‘malacanchoncha’
¡Giros y vueltas, yeiii!