“Cinco minutos más” es nuestra frase favorita cuando comienza el día porque es normal no querer despertarnos por la mañana para ir al trabajo o a la escuela. Pero esta debería ser una decisión de nosotras y no de nuestro… ¿gato?
Después de varios días llegando tarde a trabajar, dos mujeres brasileñas no se explicaban por qué su alarma no sonaba pese a que la programaban cada noche antes de dormir. Entonces decidieron vigilar y descubrieron la verdad sobre su travieso gato Joaquín.
Joaquín es un felino siamés al que, aparentemente, no le gusta que la alarma despierte a sus dueñas y por eso, con sus patitas y mucho esfuerzo, la apaga cada vez que suena. Solo es un minino preocupado por el descanso de sus humanas.
“Perdón, llegué tarde porque mi gato apagó la alarma”, ¿te imaginas la cara de tu jefe ante tal excusa? ¡Seguro no se la cree!