Imagina que en tu ciudad de pronto prohibieran los perros cafés. Incluso tú tienes un perro café que rescataste del albergue local, el mismo cuyo nuevo pasatiempo favorito es tener una larga y reconfortante siesta en el sofá. Pero después de que imponen la prohibición de perros cafés, tu vecino llama a la policía y se queja de que tienes un perro ilegal.
Control Animal viene a investigarte y encuentra a tu perro roncando a lo lejos. Dice que el perro no ha hecho nada malo -excepto quizá ocupar más espacio del que le corresponde en el sofá-. Pero al mismo tiempo tienes dos opciones: darles el perro, que irá directo a la perrera en donde no se sabe si sobreviva o salvar al perro, aunque eso signifique que te mudes de ciudad.
Por supuesto que estarías devastada porque tu perro es parte de la familia y lo criaste bien; no puede ser que los policías simplemente se lleven a un miembro y lo maten solo porque no les gusta como se ve. Es arbitrario y es cruel, y lo peor es que le acaba de pasar a una familia en Ohio, en Estados Unidos.
Ellos adoptaron a Lola, una buena mascota que estuvo esperando por casi un año a que alguien la rescatara. Su familia estaba muy emocionada de cuidarla y amarla, cuando un día la policía fue a su casa porque uno de sus vecinos se había quejado. Los oficiales dijeron a la familia que los pit bulls habían sido prohibidos en la ciudad y que mejor la sacaran del pueblo.
Lola es una perrita que no ha hecho absolutamente nada mal, pero en vez de ser una cachorra feliz con un un hogar y una familia que la quiera, Lola regresó al albergue y su familia siente que le han arrebatado a su bebé.
Lo peor de todo es que esta historia es más común de lo que imaginamos. Por gente como ese vecino incómodo que probablemente se ha quejado con todo el mundo acerca de los pit bulls y su mítica “quijada de seguro”. Pero estos estereotipos no son ciertos; los pit bulls son perros y como todos necesitan socializar, que los cuides, supervises y ames y como la mayoría, son dulces y tiernos.
Desafortunadamente hay algunos que no lo son, y esos pocos son los que han hecho que sus detractores se sientan con el derecho de tener este prejuicio y esparcirlo por el mundo, pero esto no significa que estén en lo correcto.
Incluso si hubiera algunas razas algo más peligrosas -que no las hay- no sabemos qué clase de pit bulls son en realidad, porque no hay una sola raza de perros llamada “pit bull”. Este término usualmente se refiere a perros que son parte de varios tipos de terriers o que solo lucen como esos perros, pero realmente no ha sido comprobado con pruebas de ADN, así que la designación se basa solamente en la apariencia.
Aunque existan este tipo de prohibiciones (cada vez son menos frecuentes pero que aún persisten en cientos de ciudades y países), no hacen que nadie esté seguro, y es por eso cada grupo u organización confiable que examina este asunto, se ha rebelado en contra de las leyes que estigmatizan a un perro por su raza.
Pero mientras las prohibiciones persistan, significa más perros en las perreras, lo que a su vez representa que más de ellos van a morir. Hay un estimado de 800 mil a un millón de perros que por año son eutanasiados en los albergues y perreras de Estados Unidos.
Este problema es fácil de erradicar: simplemente traten a los pit bulls como a cualquier otro perro. Es sólo hacer lo correcto, lo justo.