Una mujer estadounidense fue duramente criticada por pagarle a su perrita un vuelo en primera clase, pero ella se defendió diciendo: “No es solo es una perra, es mi hija”.
En los últimos años, las aerolíneas se han vuelto cada vez más amigables con los animales, ya que cada vez más familias eligen viajar con sus compañeros de cuatro patas.
Los dueños de mascotas pueden hacer que su perro o gato se relaje en un transportador aprobado por la aerolínea debajo del asiento frente a ellos. Sin embargo, este no es precisamente el caso de Helen, la mujer que ha sido criticada y ha desatado un fuerte debate entre los usuarios de TikTok tras compartir un video en el que muestra cómo su perrita de nombre Fifi viajó en primera clase como si se tratara de una persona.
En el clip compartido por la propietaria de la mascota en su cuenta de TikTok @filittledarling se puede observar a Fifi viajar en primera clase cómodamente dormida en su asiento y tapada con una frazada durante un vuelo de 11 horas y 40 minutos desde China a Turquía.
No creo que las personas que no tienen mascotas lo entiendan… No es solo una perra, es mi hija.
Si bien hubo algunos usuarios que aplaudieron que la perrita viajara en primera clase y elogiaron su buen comportamiento durante el vuelo, otros más le cuestionaron a Helen el costo excesivo del pasaje, haciendo alusión a todo lo que se podría hacer con ese dinero.
Por otro lado, hubo quienes le preguntaron cómo logró que su perrita viajara en primera clase, a lo que la mujer respondió que Fifí es una perra de terapia certificada, lo que facilita los trámites al momento de viajar con ella.
Los documentos requeridos para volar con un perro en la cabina variarán según la aerolínea y desde y hacia dónde vuele.
En una entrevista para Newsweek, Helen reveló que adoptó a Fifi cuando tenía un año y que el controvertido vuelo fue el primero, por lo tanto, decidió llevarla en la cabina con ella, pues no podía soportar que la perrita estuviera en la bodega de carga.
Además, la mujer explicó que antes de abordar el avión, se aseguró de que Fifi hiciera sus necesidades fisiológicas y la llevó a dar un largo paseo en el aeropuerto. Finalmente, dijo que durante el vuelo disminuyó la cantidad de comida que normalmente le da a la perrita, pero siempre se cercioró de que tuviera agua disponible.