Cuántas veces, al rescatar a un pequeño perrito, escuchamos que a los padres decir: “no quiero ni un perro más”, ” o entra el perro, o tú”, “ya te dije que soy alérgico a los perros”. Seguramente fueron frases muy duras, pero eso jamás nos quitó la motivación de seguir salvando la vida de los más indefensos.
La mayoría del tiempo ganamos la batalla y nuestros peludos amigos entraron triunfantes a nuestro hogar. Años más tarde nos damos cuenta de que aún cuando nuestros padres estaban en contra, aman tanto a esas mascotas que hasta se convirtieron en un miembro más de la familia.
1. Uno nunca es suficiente
“No quiero perros”. Después dijo. “Necesitamos uno más”.
2. El perro encontró el mejor lugar para dormir
“Antes mi papá no quería perros; ahora así es como duerme”.
3. Es de sabios cambiar de opinión, ¿no?
“Mi papá siempre odió a los perros… y a la tecnología”.
4. Ahora cuida al perro más que a mi
“Y entonces dijo: ‘nada de perros”.
5. Se siente seguro a su lado
“Mi padre no quería un perro, pero en ocasiones duerme así”.
6. Técnicamente no está en el sofá
“No pienso dejar que el perro se suba al sofá”.
7. El regaño jamás llegó
“Mi padre nunca quiso mascotas, y esperaba un regaño inmenso cuando traje a este peludo a casa “.
8. Ahora es su mejor amigo, socio y compañero de crímenes
“Y se negaba a tener un perro”.
9. Ellos son unos chicos con estilo
“Mi padre no quería perros, ahora tiene esta foto en su cuarto”
10. Ahora lo duerme en su regazo
“No quería tener nada que ver con el perro”.
11. No hay nada mejor que abrazar a un perro para dormir
“Mi padre no quería un perro, pero cambió de idea”.
12. Por eso quiere ocultar la cara bajo la alfombra
“No quiero ni ver a un perro’. Muy bien papá”.
13. Claro yo lo cuido, tú juegas con él
“Tú cuidarás al perro”.
14. Ahora ambos ven televisión juntos
“Mi padre no quería meter un perro a la casa, sólo detente a mirarlos a ambos”.
15. ¿Qué decías sobre el perro?
“Si traes un perro, es tuyo. Yo no quiero ni ver un bicho muerdetobillos“.