La familia Radel-Paaby estuvo a punto de sufrir un incendio a causa de una falla eléctrica; esto no solo hubiera arruinado sus fiestas decembrinas, también habría acabado con su hogar e ilusiones.
Afortunadamente, la familia tiene como mascota a una perrita de nombre Willow, que detectó a tiempo las chipas que salían de un conector, dando aviso a sus dueños de la falla con alarmantes ladridos.
Según cuenta Caitlyn Radel-Paaby, dueña de Willow, cuando volvía de hacer unas compras su perrita ladraba sin cesar, caminaba de un lado a otro y se mostraba desesperada, tuvo una sensación de angustia y decidió seguirla para ver qué ocurría.
Para su sorpresa, Willow la llevó hasta una pared, ella no notaba nada extraño hasta que recargó su paro contra el muro y sintió que estaba caliente. Al agacharse para inspeccionar qué ocurría con la pared, notó que de uno de los enchufes salían chispas, y de inmediato llamó a los bomberos.
Caitlyn afirma que de no ser por Willow el desenlace pudo ser desastroso.
Si no lo hubiéramos encontrado cuando lo hicimos, nuestra casa se habría incendiado durante la noche. Ella nunca había hecho algo así, nos quedamos impactados.
No hay duda de que los perritos son nuestros mejores protectores.