Los perros, debido a su naturaleza, muerden cuando se sienten atacados, tienen miedo o los han educado para ser agresivos. Los signos de que un perro va a atacar son variados, pero en casi todas las razas destacan que el pelo de la espalda (lomo) se les eriza, miran directamente a los ojos mientras gruñen y enseñan la dentadura, el rabo se les pone rígido y su cuerpo se inclina hacia adelante.
Si no te relacionas mucho con perros y de repente te encuentras con uno de frente que empieza a ladrarte, lo más seguro es que pienses que va a atacarte y te pongas nerviosa, entonces el can enfurecerá más y puede ser que de verdad te ataque. Estas son algunas recomendaciones para que sepas cómo protegerte y en su caso, evitar que un perro te muerda.
1. Mantén la calma
Evita gritar, agitar las manos y mucho menos salir corriendo; permanece quieta como si fueras un árbol, pega tus brazos al cuerpo y no mires al perro a los ojos, generalmente seguirá ladrando pero bajará la intensidad y retrocederá.
2. Baja la velocidad
Cuando te ejercites corriendo o trotando y un perro se cruce por tu camino, baja tu velocidad de movimiento, lentamente date vuelta hacia otra dirección y sigue tu paso vigilándolo de reojo; así dejarás de parecer una presa atractiva.
3. Distráelo
Si el perro sigue amenazándote, distráelo con algo que pueda masticar, como tu mochila o una botella de agua, cualquier cosa menos tu brazo o tu pierna; arroja el objeto lejos de ti, el perro probablemente lo perseguirá y podrás retirarte.
4. Hazte bolita
Si el perro se abalanza sobre ti, hazte bolita completamente, dobla las rodillas, cruza tus manos en la parte posterior del cuello y quédate inmóvil. El perro tiene que saber que en ningún momento le vas a hacer daño.
5. Aléjate lentamente
En el momento en que el perro pierda interés en morderte, aléjate con movimientos lentos y sin gritar.