Smiley, el perro que nació ciego y ayuda a los demás

No cabe duda que los perros son esos seres extraordinarios que nunca dejan de darnos grandes lecciones de vida, tal y como la conmovedora historia de Smiley, el perro ciego que ayuda mediante terapias en un hospital.

Smiley es un perro golden retriever de Stouffville, Canadá, que nació sin ojos y con enanismo. Al principio se creía que tenía una esperanza de vida de dos años, por lo que vivió abandonado en una fábrica hasta que su dueña Joanne, lo adoptó.

Durante algunos años, las cuencas de sus ojos le provocaban dolorosas infecciones y mucho dolor, por lo que Smiley tuvo que ser sometido a cirugía para cerrarle los párpados y disminuir su dolor.

Poco después de su adopción, Joanne convirtió a Smiley en un perro de terapia certificado y se unió al programa de perro de terapia St. John.

“La gente se sentía muy atraída por él, así que inspirados en él, me dí cuenta de que este perro tenía que ser un perro de terapia”.

Actualmente, a sus 12 años, Smiley pasa horas al día día visitando pacientes y dando terapia a niños y adultos con graves discapacidades físicas y mentales.

Desde hace siete años, Smiley se dedica a enseñar a las personas a no detenerse por una discapacidad.

“Los perros pueden sobreponerse a cualquier cosa, olvidan su pasado; no como los humanos, nosotros vivimos en el pasado”

Una de las visitas de Smiley a la residencia de ancianos fue memorable y muy especial.

Teddy es un hombre al que Smiley visitaba con demasiada frecuencia. Teddy era incapaz de moverse o comunicarse, pero esa condición no fue impedimento para que Smiley lo tratara.

“Un día, Smiley puso sus pies frente a él y el hombre comenzó a sonreír y a hacer ruido. Todas las enfermeras se apuraron a entrar a la habitación y dijeron que nunca antes lo habían visto sonreír; no habían visto ningún tipo de reacción antes”.

Todos los días Smiley visita un centro para niños y adultos con distintas discapacidades, y a la primera persona que visita es a Teddy.