Este sería un buen momento para sacar los pañuelos si eres una chica amante de los gatos o perros y adoras compartir fotos de mascotas buscando hogar. Aquí conocerás al “gato más triste del mundo”, y su historia te hará correr al refugio de animales más cercano.
Su nombre es Ben Ben y, antes de morir, ya había perdido toda esperanza. Con muchos problemas de salud y una tristeza evidente, este minino estaba listo para que le practicaran la eutanasia, hasta que una pareja lo adoptó en su familia y su semblante y salud cambiaron a partir los primeros 60 minutos en su nuevo hogar.
Ben Ben había perdido la esperanza
Había llegado a un refugio animal con los peores pronósticos de salud. Después de haber sido atacado por un animal más grande, el gato tenía problemas en la espina dorsal, heridas profundas y una oreja dañada.
Había sido adoptado, pero lo regresaron al refugio
En algún momento fue adoptado por una familia que al final lo regresó porque no podían con los cuidados que Ben Ben requería. Desde ese momento, su salud y ánimo empeoraron.
Hasta que sucedió un milagro
Su situación era tan crítica, que el veterinario del refugio ya había descartado la posibilidad de que el felino volviera a caminar. Añadido a esto, tenía una mirada de dolor y tristeza que los mismos doctores programaron su eutanasia para evitar que continuara sufriendo.
Ahora Ben Ben tiene un hogar
Una trabajadora del refugio se enteró de la situación e intervino para evitar la muerte programada del gato. Ella y su esposo llevaron a Ben Ben hasta a su casa y después de una hora de cuidarlo y atenderlo, ya caminaba y curioseaba por los rincones de la casa; el cambio anímico fue inmediato.
Le ha cambiado el semblante
“Parece que había sido lastimado por un animal más grande. Su rostro permanecía triste por un exceso de piel en sus párpados, condición extraña de la que nadie entendemos su razón. Pero, justo antes de recibir la eutanasia, parecía que ya sabía que iba a morir y empezó a perder toda esperanza”.
“¿Veo ahí una sonrisa?”
“No comía ni bebía, incluso no se movía. Pero tan pronto lo llevamos a casa, todo cambió. Primero le dimos un momento para interactuar con otros de nuestros gatos. No sentamos con él durante una hora, y de pronto comenzó a demostrar gestos de agradecimiento: nos ronroneaba, sonreía y se acurrucaba entre nosotros”.
Su historia inspira a seguir adoptando mascotas
“Quiero pensar que él sabía que ya estaba seguro y que se encontraba en un hogar del que ya jamás se iría. Realmente solo le tomaron 60 minutos para comenzar a sentirse curioso con su nuevo entorno. Justo como un gato sano y feliz suele comportarse”.
¡Ve a tu refugio más cercano y haz feliz a un Ben Ben!
“Aun cuando dijeron que Ben Ben no volvería a caminar, él se ve determinado a probar que se equivocaron: no solo camina, también corre e incluso salta pequeñas distancias. Nadie pensaría que es el mismo que salió del refugio. Es nuestro pequeño guerrero”.