La mayoría de las personas sentimos un gran vínculo con nuestras mascotas gracias a que son los compañeros ideales que nunca nos abandonarán. Pero existen algunas chicas que aman demasiado a sus perros, esas bolas peludas llenas de amor que simplemente se encargan de alegrar nuestros días.
Es increíble que ellos puedan sentir cada una de nuestras emociones y ayudarnos a ser felices. Si tú eres demasiado unida a tu perro, tal vez te sientas identificada. Estos son los las 14 señales de que tienes un apego desordenado hacia tu perro.
1. Has cancelado varios planes debido a tu perro
¿Salidas a un club nocturno, aperturas de un nuevo restaurante? ¿Suena realmente emocionante, verdad? Pero tú tienes una bola de pelos que te llena de amor y que necesita que estés a su lado. Así que es mejor que: ¡nadie se atreva a detenerte! Pasarás más tiempo con tu perro que con otras personas.
2. Muestras sus fotografías como si fueran las de un niño
Cuando alguien comienza a mostrarte un video de cómo su hijo de dos años comenzó a caminar, tú inmediatamente sacas tu celular para mostrar lo totalmente adorable que luce tu perro haciendo trucos al ir por la pelota o en la linda sesión de selfies que compartieron ambos. Obviamente sientes que todo el mundo necesita verlo, incluyendo esas madres que quieren presumir a sus pequeños bebés. Después de todo, tu perro es como un lindo bebé para ti.
3. Te preocupas demasiado cuando estás fuera de la ciudad
Para ti es indispensable conseguir una niñera o un hotel para perros, esa es la única manera en la que podrías salir de viaje. Sabes que así podrás hacer video-llamadas y asegurarte de que está bien mientras te encuentras fuera. Pero claro, cuando la llamada termina automáticamente sientes como si tu corazón se rompiera en mil pedazos y definitivamente terminas hecha un mar de lágrimas.
4. Juras que ellos también tienen opiniones
En ocasiones, cuando están mirando la televisión y aparece una escena en donde el empleado sugiere un pez en lugar de un perro -ya que es casi lo mismo-, tu perro ladra demasiado fuerte y es por eso que piensas que el tiene su propia opinión sobre este mundo.
5. Tu perro va al spa más que tú
Puede parecer ridículo, pero tu perro necesita un buen baño, un corte de pelo, limpieza de oídos y un corte de uñas. Él definitivamente lo merece, aunque sea realmente costoso.
6. Has pateado a algunos chicos fuera de tu cama sólo porque es el lugar donde duerme tu perro
“Uum, no… no hay lugar para ti aquí. Él duerme a mi lado, así que no tenemos espacio para incluir a alguien más. Puedo inflar un colchón para ti, si quieres”.
7. Te sientes celosa si tu perro le presta más atención a otras personas
Inmediatamente piensas: ¿cómo se atreve a ir con un desconocido? ¿qué no piensa que se lo pueden robar? ¡Yo lo he alimentado todos los días de su vida! Realmente se siente como una traición para ti que alguien más se atreva a acariciarlo.
8. El nombre de tu veterinario es el primero en tu agenda
Te vuelves loca si le pasa algo a tu perro y no puedes llamarlo rápido. Cualquier signo que muestre algo mal es señal de que tienes que llamar al veterinario. Realmente entras en pánico cuando no te contesta las llamadas, ¡es que no entiende que tu perro puede morir porque se trago un trozo de zapato!
9. Nunca considerarías llamarlo “nuestro perro” si te encuentras en una relación
No hay un “nuestro perro” en esta relación. Si la relación se va a la mierda no habrá derechos de visita. Es tú perro. No hay nada más que decir al respecto.
10. Tienes mejores conversaciones con tu perro que con otra persona
Él tiene la capacidad cognitiva de entender todo sobre lo que estás divagando. Tal vez él no hable, pero te ha ayudado a resolver unas cuantas epifanías sobre tu carrera, tu futuro o la vida con un simple ladrido. Es una conexión que nadie podrá entender.
11. Te niegas a pedir disculpas por su mal comportamiento
Sus ladridos no son molestos, lo hace porque es justo como se expresa. Su loca compulsión por acabar con cualquier par de calcetines no es un mal hábito, es sólo que es muy peculiar. No es horrible mientras rueda por el pasto, lo hace porque se siente realmente bien. ¡Dios es que nadie puede entenderlo!
12. Te lo podrías llevar a todas partes si pudieras
Es una pena que no todos los perros puedan entrar a distintos lugares. Sería mucho más fácil ir a desayunar si él pudiera entrar a un restaurante. Aún te niegas a comprar un cochecito para perro, pero podrías… lo entendemos, no comprarás uno, de verdad lo entendemos.
13. Los otros perros son los que inician los problemas, nunca es el tuyo
No existe tal cosa como que tu perro intimide a los otros, él nunca podría ser un matón. Sólo ladra porque el otro ladró primero. Está tratando de ser amistoso.
14. Lo consideras como tu mejor amigo
Él ha estado ahí para ti contra viento y marea. Los amigos pueden ir y venir, pero su amor es verdaderamente incondicional. Sabes que al llegar a casa te recibirá moviendo su cola y con una gran lamida a la que tú llamas beso. Es simplemente el mejor, es por eso que se merece todo. Tú nunca encontrarás a una persona que sea tan buena como lo es tu perro.