Dicen que cuando un gato llega a un hogar, es porque la persona o familia que lo adopta lo necesita en ese momento de su vida.
Los felinos tienen una forma particular de amar a sus dueños, pues construyen un lazo con el paso del tiempo; caso contrario a los perros, quienes hacen una conexión desde el momento en el que llegan a formar parte de un entorno.
Si tienes como compañero a un gatito, seguramente te vas a identificar con alguno de los puntos -o con todos- del siguiente listado.