En 2016, un estudio realizado por la doctora Teresa Romero demostró que pasar tiempo junto a nuestras amigas nos hace más felices. Este es el caso de un grupo de siete amigas en China que construyeron la casa de sus sueños para divertirse, jubilarse y envejecer juntas hasta el último día de sus vidas.
La idea surgió como una broma años atrás, pero su plan se concretó cuando encontraron una casa en un pueblo cercano a Guangzhou, China. Juntaron sus ahorros, la compraron y trabajaron durante meses en la decoración y reparación. Ahora disfrutan de una hermosa vista a los campos de arroz y las montañas.
Se conocen desde hace 20 años, saben sus gustos y disgustos, han tenido discusiones y momentos amargos, pero su amistad es más fuerte, así que vivir juntas no será un problema.
Nos conocemos desde hace 20 años. Éramos compañeras de escuela, y a veces somos más cercanas entre nosotras mismas que con nuestros propios hermanos.
Hemos empezado a bromear con que cada una de nosotras debe aprender una habilidad nueva para apoyarnos en el futuro, por ejemplo, una puede aprender a cocinar, otra medicina tradicional o plantar un huerto.
La casa tiene tres pisos. En la planta baja está la cocina y una larga mesa que atraviesa el comedor. Los siguientes niveles albergan una sala de té, estudio, baños amplios, habitaciones individuales y enormes vitrales que dan paso a los rayos del sol para una iluminación natural, todo un sueño hecho realidad.