De acuerdo con medios de comunicación de Estados Unidos, la policía arrestó a un líder de una secta polígama, un exmiembro de la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, quien, al retirarse de la congregación, formó su propio grupo religioso, que estuvo formado por 50 seguidores.
Esto sucedió en el estado de Arizona y el sujeto lleva por nombre Samuel Rappylee Bateman, quien no solo participó en actividades sexuales con chicas menores de edad, sino que además les facilitó a otros hombres que abusaran de ellas y castigaba a los miembros de la secta que no lo trataran como profeta.
Se tiene entendido que este hombre era el líder de un culto y que como parte de sus rituales sostenía relaciones en grupo con al menos 20 mujeres, en su mayoría de 15 años. Sin embargo, se sabe que también había niñas de ocho y 11 años de edad, incluyendo a su hija de nueve, por lo que es acusado de explotación sexual y pedofilia.
Además, el hombre de 46 años de edad era mantenido económicamente por sus seguidores. Pero eso no es todo, pues las esposas e hijas de estos le eran entregadas para que fueran sus parejas.
Samuel supuestamente tiene impresiones de la voluntad del ‘Padre Celestial’ para alentar a sus seguidores, incluidos los menores, a participar en actos sexuales y confía en esa sumisión para hacer su propia voluntad.
Hace tiempo, este hombre fue arrestado cuando lo descubrieron en un tráiler con tres niñas de entre 11 y 14 años. Sin embargo, pagó una fianza y salió libre. Un mes más tarde volvió a ser arrestado por cargos de destrucción de registros y obstrucción de la justicia en la investigación sobre si las niñas estaban siendo transportadas a través de las fronteras estatales para actividades sexuales. Por fortuna, nueve niñas fueron rescatadas y colocadas en hogares grupales, pero ocho de ellas escaparon. Aunque ninguna de ellas mencionó abuso sexual por parte de Samuel, en los diarios de las chicas se hizo referencia a interacciones íntimas con él.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) agregó que se recopiló información del caso y encontró una grabación sobre un ritual al que llamaba “Unión de hermanos”, que consistía en mantener relaciones sexuales en grupo. Lo peor del caso es que al sostener relaciones con las esposas de sus seguidores masculinos, forzaba a niñas menores de edad a que los observaran.
Afortunadamente dieron con este hombre debido a que una persona lo descubrió luego de que vio cómo llegó a su casa en una camioneta llena de menores de edad, a quienes se refería como “esposas”.
Además, las autoridades afirman que existen audios de los rituales donde se escucha llorar a las niñas al quejarse por dolor mientras están en el acto sexual y, según los documentos judiciales, dicen que este hombre incurrió en delitos de tráfico sexual infantil y poligamia, que es ilegal en el estado de Arizona.