Una mujer de Florida, Estados Unidos, fue sentenciada a cadena perpetua luego de ser declarada culpable de asesinato en primer grado por la muerte de su hijo de 18 meses.
El pasado mes de junio, Sheila O’Leary, de 38 años, fue condenada después de que su hijo, Ezra, muriera por “complicaciones de desnutrición severa y deshidratación”.
De acuerdo con el informe policial obtenido por NBC-15, cuando Ezra murió, el 27 de septiembre de 2019, solo pesaba 7.7 kilogramos y tenía el tamaño de un bebé de siete meses.
Cuando los paramédicos respondieron la llamada al 911 de Sheila O’Leary, dijeron que encontraron a Ezra sin respirar y a sus dos hermanos, de tres y cinco años, que mostraban efectos de una “desnutrición extrema”.
La oficina de la fiscal estatal Amira Fox señaló que los dos menores “también sufrieron negligencia extrema y abuso infantil” y que se le prohibió a Sheila cualquier contacto con ellos.
De acuerdo con las investigaciones, Sheila O’Leary dijo que su familia seguía una dieta estricta de frutas y verduras crudas, aunque ella y su esposo declararon a los investigadores que Ezra también recibió leche materna.
A la condena de asesinato en primer grado de la mujer se suman cargos por abuso infantil agravado, homicidio involuntario agravado, abuso infantil y dos cargos de negligencia infantil. Su esposo, Ryan O’Leary, está a la espera de juicio por los mismos cargos. Todavía no se ha declarado culpable y está encarcelado sin derecho a fianza.
El canal local WINK informó que Lee Hollander, el abogado de la mujer, aseguró que la pareja apelará el veredicto que se dio a conocer en una corte del condado de Lee tras un juicio llevado a cabo luego de que Sheila rechazó un acuerdo con la Fiscalía estatal que consistía en una sentencia de 30 años de cárcel.