El pasado 11 de julio, una cuenta de Twitter falsa identificada con el nombre de Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, reportó la muerte de Joseph Ratzinger, el Papa Emérito Benedicto XVI, quien dirigió la iglesia católica de 2005 a 2013.
El engaño sobre la supuesta muerte del expontífice de 95 años causó revuelo. Varios medios, principalmente de habla hispana, reaccionaron y difundieron la noticia, que más tarde se reveló que era falsa.
Joshua McElwee, periodista del National Catholic Reporter, confirmó que la afirmación de la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI era falsa y que no había indicios que sugirieran que la Iglesia Católica estaba preparando un anuncio.
Aproximadamente una hora después del tuit, la cuenta atribuida a Bätzing fue eliminada, no sin antes revelar que el anuncio del fallecimiento del exobispo de Roma fue obra del infame inventor italiano Tommaso Debenedetti, un periodista italiano conocido por difundir, regularmente, informes falsos en Twitter.
El ciclo termina cuando aparece la frase en las cuentas: “Esta cuenta es un engaño creado por Tommaso Debenedetti”. Debenedetti, profesor de 53 años, ya había hecho de las suyas informado la supuesta muerte de Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Fidel Castro, J.K Rowling, Pedro Almodóvar, Martin Walser, entre otros. Según sus propias declaraciones, su objetivo es “mostrar lo fácil que es engañar a la prensa en la era de las redes sociales”.
Además, según EFE, Debenedetti es considerado en Italia como un genio de la invención de entrevistas y asegura que se toma la suplantación de identidades y las cartas falsas como un juego y que lo hace con la única finalidad de divertirse.
En una entrevista con El País en 2010, Debenedetti confesó que “le gusta ser el campeón italiano de la mentira” al inventar entrevistas con “los grandes”, como el Dalai Lama, Mijaíl Gorbachov, Noam Chomsky o el propio Joseph Ratzinger.