A una semana de la inundación en una mina de carbón, en Sabinas, Coahuila, México, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como rescatistas voluntarios dicen que no hay condiciones para ingresar a la diagonal que conduce al punto donde podrían localizarse los diez mineros atrapados.
Fue a las 11:00 horas, del pasado 10 de agosto, que personal militar y de la Secretaría de Marina iniciaron los descensos al interior del pozo, descubriendo que, por el momento, no hay condiciones favorables para continuar con el rescate.
Los descensos se realizaron en seco al interior del pozo, en una cápsula de inmersión que después transportaría con seguridad a los buzos.
Una vez en el fondo, se llevaron a cabo trabajos de reconocimiento, encontrando una gran cantidad de pilotes, piedras, carbón, lodo y otros residuos que imposibilitan el avance en diagonal.
Por otra parte, rescatistas voluntarios explicaron que existe la posibilidad de tener que cimentar de nuevo la diagonal del pozo para evitar riesgo de colapsos y generar mayores condiciones de seguridad para todos los rescatistas.
Basándose en su experiencia, señalaron que los trabajos de limpieza y cimentación podrían tardar hasta cinco días. Esto ha provocado sentimientos de decepción entre los familiares de los mineros, quienes creen que las continuas perforaciones podrían colapsar el suelo, creando un socavón de grandes dimensiones.
Lamentablemente, la situación se tornó más complicada cuando, alrededor de las 20:00 horas, del pasado 10 de agosto, las autoridades frenaron los trabajos de rescate debido al riesgo de colapso.
Sin embargo, aclararon que el rescate continúa, pero habrá que tomar otras medidas y reevaluar las condiciones del suelo para llegar hasta donde se podrían encontrar los mineros atrapados.