El 18 de mayo, el exconductor de Otro Rollo, Adal Ramones, anunció que después de la ansiada espera de su cuarto hijo, al fin lo tienen en brazos y a sus 61 años, es el papá más feliz del mundo.
Luego de una cesárea, él y su esposa Karla de la Mora finalmente pudieron conocer a su pequeño Cayetano, momento que el presentador compartió con todos sus seguidores a través de las redes sociales.
A través de stories en su cuenta de Instagram, Adal Ramones iba posteando todo lo que acontecía con respecto al nacimiento de su cuarto hijo y, según apreciamos, toda la odisea comenzó 24 horas antes del parto, cuando él y su esposa se trasladaron al hospital para recibir a su bebé.
Desde luego, el conductor de televisión no dudó en compartir cada detalle, capturándolo en fotografías y dedicándole emotivas palabras a la madre de sus dos hijos más pequeños.
El poder de una mujer que da vida… Te agradezco porque tu fortaleza es inspiración. ¡Te amo, mi güera hermosa! Tener una familia es para mí mi puerto seguro y mi regalo más grande de vida.
Además, Adal Ramones compartió que ninguno de sus éxitos profesionales se compara con “verse rodeado por sus más grandes amores” e indicó que él se encontraba mucho más nervioso que la misma Karla.
Si bien esta es la cuarta ocasión que Adal se convierte en papá, no cabe duda de que la emoción es inevitable a pesar de que en un principio se vio juzgado por la opinión pública, que se concentró en criticar el hecho de que a su edad se convirtiera nuevamente en padre y que “ya sería abuelo”.
Debido a las críticas, el presentador concedió una entrevista para el programa Venga la alegría, donde aclaró que no lee los comentarios, aunque sean positivos, y considera que a nadie más le importa ni su vida personal ni su planificación familiar.
No lo dudé y dije sí, no me importa la edad que tengo. Soy una persona muy vital, a Dios gracias. Espero seguir con mucha salud y con mucha energía, pero me quité el egoísmo de decir: ‘¿A mi edad? Primero, sí me gusta ser papá, estarían felices mis hijos con otro hermano y Karla estaría feliz y Cristóbal bajo el mismo techo un hermano’, porque tiene dos, pero no bajo el mismo techo.