El amor está en el aire para la actriz y cantante Alejandra Ley, pues no solo se encuentra en una buena etapa de su vida profesional, sino que su situación amorosa y familiar están en el mejor momento.
Así lo confirmó ella en una entrevista que dio para la revista TvNotas, en la que habló de la actual relación sentimental que tiene con la cantautora Luna Mondragón.
De acuerdo con la información, Alejandra Ley no solo ha vuelto a Televisa para trabajar en el más reciente proyecto televisivo Eternamente amándonos, telenovela en la que le da vida al personaje Felipa, sino que además su vida amorosa está en el mejor momento, ya que desde hace ocho meses tiene una relación sentimental con Luna, a quien conoció desde hace varios años.
Ya la conocía desde hace años. Sin embargo, no había surgido este flechazo hasta que nos vimos más de cerca y le dije: ‘Mira, qué bonita estás’.
Este flechazo ocurrió durante un concierto de Luna y Ale Ley mencionó que incluso trabajaron juntas en el Teatro de la Ciudad, el pasado 26 de marzo, en un festival feminista que la actriz organizó y en el que cantaron cada una por su cuenta.
Ale asegura que no solo admira a su novia por lo talentosa que es, sino que el físico de Luna también le atrae mucho, pues dice que “sus ojotes, sus lindas manos, su pelo chino y pelirrojo” ¡le encantan!”. Desde luego, también habló de su forma de ser y recalcó que es una “mujer que le da mucha paz”.
Es una mujer que me da mucha paz, me hace sentir muy tranquila, me apoya mucho. Es muy talentosa, me fascina cómo canta, su música también. La admiro tanto y estoy muy enamorada.
Por otra parte, también habló de su faceta como madre, pues su amada hija Fernanda está por cumplir 17 años, cosa que según ella ha sido un reto, sobre todo en esta etapa de la adolescencia. Sin embargo, recalcó que su propio temperamento es algo en lo que más trabaja precisamente para lidiar con las diversas situaciones de su hija.
Sin embargo, señala que el amor por ella siempre prevalece y le brinda todo el apoyo que requiera, no solo por la edad difícil en la que se encuentra, sino en las grandes aspiraciones que tiene.