Una de las historia de amor más polémicas de los últimos tiempos es la protagonizada por el presidente de Francia Emmanuel Macron y su sexagenaria esposa, Brigitte Trogneux, quien es mayor que su marido por 25 años, una diferencia que muchos no han podido aceptar.
Sin embargo, la pareja se ha mantenido firme y demuestra ante el mundo que no importan los prejuicios, ni los comentarios sin escrúpulos. Ellos están más unidos que nunca, luchando por su amor, el cual inició cuando ella tenía 39 años y era la profesora del joven Emmanuel, de tan solo 15 años.
Es consciente de la situación
La primera dama del país galo habló por primera vez en una entrevista con la revista Elle, respondiendo a las críticas que ha recibido por su matrimonio con Macron.
Veinte años de diferencia, lo que se ha dicho, así es… Yo con arrugas y él con frescura, pero así son las cosas.
Es una mujer fuerte y segura
Ella afirmó que aunque los comentarios negativos sí le afectaban, había tomado la decisión de no prestarles atención e ignorarlos.
Cuando leo sobre nosotros, siempre me parece que estoy leyendo la historia de alguien más. Nuestra historia es tan simple.
La vida juntos es extraordinaria
Entre otras cosas, aseguró que de no haber elegido a Emmanuel, se habría perdido de muchas cosas en la vida.
Con Emmanuel estoy tan acostumbrada a que me ocurran cosas extraordinarias que siempre me pregunto cuál va a ser la próxima aventura. Y esto ha durado 20 años.
Cuando se quiere, se puede
También habló del momento en que conoció al joven político hace 20 años, cuando era su maestra de teatro en la preparatoria.
No había nada entre nosotros en ese momento, solo me preocupaban mis hijos Sébastien, Laurence y Tiphaine. Hay momentos en la vida donde necesitas tomar decisiones vitales y para mí, eso fue todo, así que lo que se ha dicho durante 20 años es insignificante en estos momentos (…) Por supuesto, desayunamos juntos, mis arrugas y yo, él con su juventud, pero es así. Me hubiera perdido la vida, he sido muy feliz gracias a mis hijos, pero al mismo tiempo, sentí que tenía que vivir este amor por completo.
Los prejuicios no han terminado
Durante la campaña presidencial de Macron, fue duramente criticada la diferencia de edad entre ambos, ella admite que ha sido difícil lidiar con la misoginia de la situación. Actualmente, Brigitte lucha contra otra desagradable situación, pues desde la llegada de la pareja al Élysée, se presentó una petición con 314 mil firmas que se opone a que ella reciba el nombramiento y trato de primera dama.
No me siento como una primera dama. Esa es una traducción de una expresión estadounidense y no siento que vaya conmigo.
Sin embargo, Macron insiste en que no aceptará un salario y promete que sus actividades oficiales serán públicas para que los franceses sepan qué es lo que está haciendo.