Ser famosa no es nada sencillo y para muestra de ello está Britney Spears, quien nos lo ha confirmado en infinidad de ocasiones. Recientemente, la cantante se encontraba en un restaurante acompañada por su esposo y al ser asediada por sus fans, protagonizó un episodio de pánico que no pudo pasar desapercibido por los comensales.
La noche del 13 de enero, Britney y su esposo Sam Asghari fueron al restaurante Joey en Woodland Hills, California. Todo marchaba normal hasta que, ante el acoso de la gente, la intérprete de Toxic sufrió un ataque de nervios y terminó dando gritos en el establecimiento.
De acuerdo con el medio TMZ, que filtró un video del bochornoso momento, cuando la pareja llegó al lugar, ambos fueron identificados de inmediato por los asistentes, quienes no tardaron en tomarles fotos, algo que hizo irritar tanto a la cantante que comenzó a hablar sin sentido. Al darse cuenta de que varias personas la fotografiaban con sus celulares, se tapó el rostro con el menú y su comportamiento errático llamó aun más la atención de los presentes.
Según los testigos, “la princesa del pop” comenzó a decir cosas palabras irreconocibles y en otro idioma. Este comportamiento, al parecer, no fue nada agradable para su esposo, así que, muy molesto, Sam se levantó de la mesa y salió del restaurante, dejando sola a Britney. Luego de unos minutos, la cantante siguió sus pasos junto a su guardaespaldas, quien, minutos más tarde, volvió al restaurante a pagar la cuenta.
Posterior a eso, Britney publicó uno de sus usuales videos donde se le aprecia bailando y aprovecha el espacio para hacer su acostumbrada “Britney señal” a la cámara sin declarar en la descripción absolutamente nada.
Por otro lado, en otra de sus publicaciones en Instagram hizo una especie de referencia al crítico momento que pasó en el restaurante, autonombrando su comportamiento como de “Shrek”. Además, dejó ver que ella solo quería pasar un momento normal con su esposo y que no le fue permitido debido al acoso constante que vivió por parte de los comensales. Ahora los medios sencionalistas han tomado su reacción como pretexto para dar entretenimiento y continuar criticándola.
Estoy segura de que traje un billón de sonrisas actuando como Shrek en un restaurante. Incluso mi mejor amigo no podía esperar para enviarme el video, no lo pensó dos veces porque todos somos asesinos natos. Sé que las noticias están emocionadas acerca de mí estando un poco borracha en un restaurante. ¡Es como si estuvieran mirando cada movimiento! Me siento tan halagada que hablen de mí como una loca y ¡luego tienen las pelotas de hablar de todas las cosas negativas que pasaron en mi pasado! Yo estaba como: ‘J*der, eso es horrible’, pero había dos fotos donde yo estaba normal.
Es real que la cantante no la ha pasado muy bien desde hace muchos años y aunque es un hecho que la salud mental de la artista, como ella lo ha declarado en diversas ocasiones, no es la más óptima, seguramente no es sencillo tener que lidiar no solo con las miradas de los asistentes, sino tampoco poder pasar un momento agradable y tranquilo para cenar.