Es estúpido que hoy en día la sociedad nos haga sentir fuera de lugar. Por eso es normal que más de una chica intente encajar en situaciones o grupos hasta el punto en el que terminan siendo algo totalmente diferente a lo que son en realidad.
Sobre estos estándares rígidos, la actriz Drew Barrymore reflexionó y compartió a sus seguidores una dinámica interactiva en la que explicó, en cinco partes, todo lo que se supone que ella debería ser contra lo que realmente es.
Con el hashtag #TheWayItLooksToUs (la forma en que los otros nos ven) entró al reto de publicar fotos o videos con la versión “perfecta” que debería ser, y en una segunda parte con el verdadero retrato de lo que es.
Cuando miro Instagram pienso en que debería estar siendo la mejor versión de mí misma. Pero la mayoría de las veces me falta consistencia. Para mí, la solución es hacerlo con las personas adecuadas y con quienes puedo hacer realidad mis objetivos.
Aquí estoy posando y luego estoy en el mismo sitio pero 11 kilos después. Podrás ver cómo hasta mi cara es más delgada. Esto me ha costado mucho trabajo: dieta y ejercicio luchando como una leona. ¡La genética! Y aun así, amo de dónde vengo y todo lo que conlleva.
Lo único que sé es que tengo el control de ser lo que quiera ser, incluso si es difícil. Al menos sé que hay expertos a los que puedo acudir para pedir ayuda. Me refiero a lo que Marnie (mi entrenadora) me ha ayudado a hacer en tres meses.
En entrevista con James Corde, Drew confesó que prefiere ser honesta cuando se trata de hablar sobre sus problemas con la comida. Entre cada rodaje la actriz disfruta viajar y probrar cosas nuevas, pero sin vivir con un remordimiento o culpa.
Ahora, después de bajar 11 kilos en menos de tres meses, está más consciente que nunca de que el cambio fue una decisión que tomó solo para ella misma, y sin el afán de encajar o complacer a alguien más.
Viniendo de una actriz de Hollywood, y sabiendo lo difíciles que pueden ser las exigencias en la industria, está claro que el mensaje de Barrymore fue dedicado a todas nosotras, quienes, al igual que ella, solo debemos obedecer a un estándar: lo que nos haga sentir más felices.