El futbolista brasileño Dani Alves fue detenido el pasado 20 de enero acusado de agredir sexualmente a una mujer en los baños de una discoteca de Barcelona, España, la noche del pasado 30 de diciembre, por lo que fue trasladado al Centro Penitenciario de Brians, donde ha permanecido en prisión preventiva sin derecho a fianza hasta que se determine fecha para un juicio.
A lo largo de la investigación judicial del caso han logrado recopilar la versión de dos testigos; uno de ellos fue el de una amiga de la víctima, quien estuvo presente la noche de la supuesta agresión en el club nocturno. Pero ahora el caso del exmediocapista de los Pumas de la UNAM ha dado un giro que podría definir el futuro del brasileño.
De acuerdo con los informes forenses entregados, las pruebas arrojaron que encontraron restos de ADN del futbolista de 39 años tanto en el cuerpo de la víctima como en la ropa interior que usaba la noche que acudió a esa discoteca.
Además, los restos de semen en las muestras intravaginales de la chica de 23 años de edad fueron cotejados con los encontrados en el suelo del baño del club nocturno, que coincidieron con el perfil genético de Alves, quien, al menos, ha mentido tres veces en cuanto a su versión de los hechos.
Este resultado significa un retroceso para el brasileño, ya que en las últimas semanas, con ayuda de sus abogados, peleaba por conseguir su libertad provisional, que fue negada por el alto riesgo de que el brasileño planeé fugarse, quien tiene recursos económicos para hacerlo, pues es dueño de varias empresas tanto en España como en Brasil.
La prueba toxicológica demostró que todos los restos analizados en cuanto al caso de agresión coinciden con Dani Alves, por lo que se señala un poco más la culpabilidad del brasileño. En las próximas semanas se programará la audiencia en la que se definirá si permanece en prisión de forma provisional o se empieza un juicio en su contra.