En una reciente entrevista, la actriz regiomontana Erika Buenfil contó cuando la corrieron de un restaurante carísimo de Monterrey, Nuevo León, México, al estar embarazada de su hijo Nicolás, solo por ser madre soltera.
Esta situación la hizo sentir bastante mal, pues comentó que en aquel momento estaba muy vulnerable por su embarazo y, al parecer, durante mucho tiempo le quedó una especie de trauma, pues evitaba volver a visitar ese lugar.
Erika Buenfil fue una de las invitadas al programa Desde el Cerro de la silla, del comediante Franco Escamilla, y en una de las dinámicas que hicieron para revelar cosas que les habían sucedido, la protagonista de Amor en silencio mencionó que la discriminaron en un restaurante por ser mamá soltera.
Yo llegué a un restaurante en Monterrey embarazada, y yo soy madre soltera, de Nico, y primero cuando me vieron llegar, unas personas se quejaron y me pusieron, me sentaron atrás de un biombo, porque yo no daba un ‘buen ejemplo’; y muchas personas dijeron que me tenían que sacar porque era ‘non grata’ por ser madre soltera.
Ante el asombro de quienes la estaban escuchando, la intérprete de Perdóname contó que iba acompañada de su mamá cuando personal del lujoso restaurante se acercó a su mesa para pedirle que se retirara del lugar.
El mesero o el capitán, todos ellos estaban apenadísimos, pero había personas en el restaurante que no me querían… entonces dicen: ‘Nos da mucha pena, pero se tiene que retirar, porque las personas de tal mesa o tal mesa están incomodas por el (mal) ejemplo’… y me sacaron. Me dieron mis bolsitas con mi carne y en el momento estás supervulnerable, eres muy famosa, tu hijo, te toman por sorpresa.
La también conductora mencionó que durante muchos años evitó ir al lugar, pero en una Navidad, cuando su hijo ya estaba grande, se atrevió a ir en familia. Erika comentó que estaba muy nerviosa cuando llegaron, aunque en esa ocasión la trataron muy bien y los comensales fueron muy lindos.
A la distancia, la protagonista de Amores verdaderos afirmó que esta situación es algo completamente absurdo, pero cree que tal vez el restaurante no la quiso correr, sino los comensales que se encontraban ahí en ese momento, que seguro eran sus clientes de toda la vida.