El 31 de agosto de 1997 la princesa Diana de Gales, con 36 años de edad, perdió la vida en un accidente automovilístico. El mundo entero se conmovió al conocer la noticia, pues la esposa del príncipe Carlos era muy querida a causa de su pública y reconocida labor en favor de los pobres y enfermos, los más necesitados, en diversos países del mundo.
Y, sin embargo, parece que no todos comparten en mismo sentir ante de la desaparición de una mujer que hizo el bien sin mirar a quién.
El pasado viernes 24 de mayo, en Pigeon Forge, Tennessee, EE. UU., el parque de diversiones The National Enquirer Live! puso en funcionamiento una “atracción” que a través de una recreación en 3D revive el accidente en el que Diana, Dodi Al-Fayed (su pareja sentimental) y Henri Paul (su chofer) perdieron la vida al estrellarse el auto en la entrada del Túnel de l’Alma en la ciudad de París, Francia, mientras huían de los paparazzi.
Robin Turner, uno de los propietarios del parque, explicó que se trata de una recreación que simula que el usuario va dentro del coche. La ruta comienza a la salida del hotel Ritz, sigue por las calles que el auto recorrió ese último día de agosto del 97, incluso es posible ver los flashes de las cámaras de los que seguían el auto de la Princesa… Todo termina en el choque.
Al terminar, y si es que los usuarios de la “diversión” acceden, pueden responder a una serie de preguntas, por ejemplo: “¿Crees que la realeza estuvo involucrada?”, “¿Crees que Diana estaba embarazada?”…
Ante la crítica y desagrado que provocó en muchas personas la apertura de una “atracción” como esta, Turner se defendió:
No hay sangre… Se puede ver el accidente del coche a través de la animación por computadora, pero no aparecen los primeros planos de cuerpo sin vida de Diana ni ese tipo de cosas.
El costo por recorrer la ruta en la que perdió la vida la madre de William y Harry es de 20 dólares.