Ser parte de la familia real no es como dicen los cuentos, porque ninguno de los royals tiene su “vivieron felices por siempre”, al contrario, todos los días deben enfrentarse a los problemas dentro y fuera de su círculo. Meghan Markle es la viva prueba de todo esto.
Debido a las diferentes entrevistas que la esposa del príncipe Harry nos ha regalo, sabemos que su infancia no fue sencilla y siempre luchó para alcanzar el éxito. Sin embargo, a nadie de su familia le gusta la versión de la historia que Meghan ha contado. Ahora su hermana Samantha Markle quiere demandarla por “mentirosa”.
Hace algunos meses, tanto Meghan como el príncipe Harry dieron una entrevista a Oprah Winfrey en la que revelaron todas y cada una de sus vivencias como pareja, en separado y siendo parte de la corona.
Durante varios minutos se sinceraron y el mundo entero pudo conocerlos aún mejor. Desgraciadamente, a la familia de Meghan no le gustó para nada cómo está contando su historia, pues desde que contrajo matrimonio con Harry han estado sedientos de atención. Ahora Samantha Markle dice que está demandando a Meghan por difamación por todo lo que le contó a Oprah.
Según algunos documentos obtenidos por el sitio TMZ, Samantha critica a Meghan por crear una narrativa sobre sí misma que, para ella, resulta simplemente falsa. Samantha afirma que la royal la está destrozando con sus mentiras y con la idea de que tuvo que superar a las “sanguijuelas” que formaban parte de su familia.
En uno de los documentos dijo que ambas comparten el mismo padre, Thomas Markle. Sin embargo, Meghan mencionó a Oprah ser “hija única”. Además, menciona que otra de las mentiras es que ellas se habían visto por última vez hace al menos 18 o 19 años, cuando en realidad solo habían sido 10 años.
Estos no son los únicos y supuestos insultos que Samantha recibió, pues también afirma que se equivocó cuando dijo que ella cambió su apellido a Markle una vez que Meghan anunció su compromiso con Harry. Además, la acusó de no decir la verdad cuando dijo que creció en un hogar “pobre”, porque su padre le pagó escuelas privadas, caras y para la élite cuando era una niña, y también pagó la universidad de Northwestern cuando ella dijo que trabajó para cubrir su colegiatura.
Samantha dice que las palabras de Meghan han afectado las ventas de su libro autobiográfico, no puede conseguir trabajo y también le causaron una gran angustia emocional y mental.
Por otro lado, el abogado de Meghan, Michael Kump, ya respondió a la demanda alegando que es “absurda y no tiene bases, se trata solo de la continuación de un comportamiento inexplicable. Le daremos la menor atención posible, que es todo lo que merece”.
No se sabe quién dice la verdad, pero lo que sí es seguro es que desde que Meghan se convirtió en parte de la realeza y decidió dejar de lado a su familia, ellos han buscado hasta el más pequeño detalle para buscar atención y también un poco de beneficio económico.