¡Aaron Samuels se casó y no con Cady! El actor Jonathan Bennett, quien interpretó al galán de Lindsay Lohan en Chicas pesadas, se casó en días pasados en una íntima ceremonia en la Riviera Maya con su prometido, Jaymes Vaughan.
La ceremonia fue muy especial, ya que los novios se aseguraron de estructurarla de manera que pudiera estar repleta de sus propias tradiciones. Además, cada uno de los detalles fue cuidadosamente planeado y tiene un significado muy importante para la pareja.
La inclusión fue importante en su boda
Lo más importante para ellos fue que todos sus invitados se sintieran incluidos y bienvenidos en un día tan mágico. Para ello optaron por deshacerse de las figuras de damas de honor, padrinos y madrinas y simplemente se refirieron a sus invitados más importantes como “invitados de honor”.
Todos los invitados de honor fueron vestidos de negro, pero no se exigió un traje o un vestido. Siempre y cuando se cumpliera con cierto nivel de formalidad, eran libres de usar lo que quisieran, ya que lo más importante era que todo el mundo se sintiera cómodo y atractivo de la manera que cada quien deseara.
Cuando eres parte de la familia LGBTQ+, no todas las tradiciones de bodas son para ti. El único propósito de nuestra boda es unirnos: nosotros dos, nuestras familias e iniciar una nueva familia.
¡No se aguantaron las lágrimas!
Otro detalle muy significativo y emotivo fue que los demás invitados fueron todos vestidos de blanco. Además, todas las flores también eran de este tono, para honrar a la mamá de Jonathan, quien ya falleció. Tener a todo el mundo vestido de blanco ayudó a Jonathan a sentir su presencia en ese día tan maravilloso.
¡Me casé con mi mejor amigo! Sabía que iba a ser un momento emotivo, pero no creo que alguno de los dos se diera cuenta de qué tan abrumador sería hasta que ya estaba pasando. Verlo llorar me hizo llorar aún más y nuestros invitados también lloraban y luego todos empezamos a reírnos y después otra vez a llorar.
“Fue una boda de ensueño”
El año pasado, cuando la boda aún se estaba planeando, un salón que era una de las opciones principales para la pareja los rechazó debido a que se trata de una pareja del mismo sexo. A pesar de que fue un trago muy amargo, no dejaron que esto les arruinara la ilusión de casarse y, afortunadamente, todo salió a la perfección en su gran día.
Honestamente, fue una boda de ensueño. Teníamos que parar constantemente y recordar que no estábamos en el set de una película, que esto era nuestra vida real. La boda fue tan perfecta que si me hubieras dicho que era el set de una de mis películas románticas, lo hubiera creído.