La fiebre de compromisos está en su apogeo, ya que luego de que Ariana Grande y Pete Davidson dejaran al mundo boquiabierto tras anunciar que se comprometieron, este fin de semana la nueva parejita rumbo a escuchar la marcha nupcial son nada menos que Justin Bieber y Hailey Baldwin y, al igual que tú, nuestra belieber de 12 años está con el corazón roto.
Luego de que a finales del 2017 el amor entre Selena Gomez y Justin terminara como algo fugaz, innecesario y desastroso para ambos, parece que ese último intento con la cantante de Wolves, era lo que Bieber necesitaba para entender que ahí no estaba su camino.
Pese a que Baldwin fue vista en la alfombra roja del MET Gala de este año junto al guapísimo Shawn Mendes, toda posibilidad entre ellos fue disuelta cuando hace menos de un mes Justin y Hailey fueron vistos romanceando en las calles de Nueva York… eso sí, nadie pensó que la nueva pareja diera el siguiente paso TAN rápido.
El supuesto compromiso sucedió en un típico complejo vacacional de las Bahamas. Según dos mujeres que estuvieron presentes y platicaron con el sitio TMZ, durante una cena en uno de los restaurantes el servicio de seguridad del lugar pidió a los comensales guardar sus teléfonos celulares y mantener respeto al “evento especial” que estaba por ocurrir: en ese momento Justin hizo la gran pregunta a Hailey y al parecer ella dijo “¡SÍ!”.
Luego de que el chisme se volviera viral, las fans en Twitter hacían la misma petición: ver el anillo de compromiso, o de lo contrario se rehusaban a creer la noticia. Hasta el momento, la única prueba de que el compromiso es real fue el último tuit de Pattie Mallette, madre de Justin:
Así, cual disco rayado, la mamá de Bieber presumió una irrepetible y loca felicidad con respecto al amor, ¿coincidencia o será que Pattie ya ve a su hijo camino al altar? Lo cierto es que la fuente TMZ jamás nos falla, pues al ser los reyes del chisme farandulero conocen su negocio. No nos queda más que desearle lo mejor a la joven pareja y esperar la despedida de solteros… o el anuncio de su rompimiento, lo que pase primero.