Todo fan de Selena Quintanilla conoce tanto la película como su serie biográfica y aunque a varios les agrada conocer a la reina del tex-mex a través de estos shows de entretenimiento, hay quienes están en total desacuerdo, en especial el productor de cine Moctesuma Esparza, quien comenzará una demanda contra la familia Quintanilla por lucrar con la vida de la cantante.
Esparza fue el productor de la película Selena de 1997. Su problema con la familia Quintanilla comenzó porque él y Abraham Quintanilla, padre de Selena, establecieron una empresa en conjunto en 1995 en la que se le asignarían todos los derechos cinematográficos y televisivos sobre la vida de la artista, pero este convenio fue incumplido cuando Abraham llevó la historia de su hija a Netflix sin un previo aviso, desatando la furia de Esparza.
Según informa el medio Deadline, Esparza estableció una demanda contra el padre y la hermana de Selena por incumplimiento de contrato luego de que estos otorgaran la licencia de los derechos de vida de la cantante a Netflix. Por este motivo también la plataforma de streaming forma parte de los acusados.
Esparza alegó ante el Tribunal Superior de Los Ángeles que la empresa conjunta mantendría los derechos hasta el vencimiento de los derechos de autor de la película, mientras que la familia Quintanilla insiste en que hay una enmienda del contrato en la que ellos tienen los derechos revertidos a la familia.
Por otra parte, Netflix, que es un co-acusado, niega ser el causante de esta dispuesta o tener algo que ver en ella, pues la empresa no fue parte de la negociación que tuvieron Esparza y Abraham en la década de 1990.
En cualquier caso, el juez Murice Leiter dijo que la demanda contra los Quintanilla tiene el valor suficiente para llegar a juicio y se realizaría una investigación por incumplimiento del trato justo, enriquecimiento injusto, tergiversación negligente y ocultamiento fraudulento.
Esto pondría en jaque a los Quintanilla y podría darle la victoria a Esparza ante el tribunal. Sin embargo, aún hay que esperar algunas semanas a que se realicen las investigaciones correspondientes, y/o bien, se llegue a un acuerdo entre los involucrados.