“Uno nunca está mal vestido o demasiado elegante con un vestido negro”. Esta es una de las frases que han marcado el mundo de la moda. Y la dijo Karl Lagerfeld, El Káiser de la Moda, una mente creativa que no conoció límites, un diamante en bruto y pieza clave detrás de las creaciones casi perfectas de Chanel… Hoy, 19 de febrero de 2019, Karl se despide de la pasarela más importante de todas: la vida.
El icónico diseñador de origen alemán falleció este martes a los 85 años en un hospital de París. La noticia fue confirmada por la compañía de la que fue líder durante años:
La casa Chanel anuncia con profunda tristeza la muerte de Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel desde 1983.
Hasta el momento no se han revelado más detalles de la causa de su muerte, solo se sabe que ingresó al hospital la noche del lunes de manera urgente. Los rumores sobre el estado de salud del diseñador habían iniciado hace meses, especialmente cuando se ausentó del último desfile de la colección primavera-verano 2019 el pasado enero.
La vida de un icono de la moda
Lagerfeld dedicó más de 36 años de su vida a trabajar exclusivamente para Chanel. Inició como parte de la firma cuando esta se encontraba en decadencia. Y fue cuando, usando un traje, con su larga cabellera recogida en una coleta y escondiendo su mirada bajo unos anteojos negros, el diseñador rejuveneció la firma que Coco Chanel fundó en 1910.
La polémica fue parte de su día a día
Para algunos, el diseñador alemán no era la persona más grata de todas. Sus críticas y declaraciones sobre la gente con sobrepeso, la política, la belleza y las pieles lo hicieron acreedor al apodo de El Káiser de la Moda, el sobrenombre que hace referencia a un emperador porque, a final de cuentas, así era Karl: el encargado de decidir y mandar sobre el mundo de la moda.
Así deseaba que fuera su último adiós
Nunca tuvo pena de hablar sobre su salud, la muerte e incluso su última voluntad. El año pasado durante una entrevista para la revista francesa Paris Match afirmó que deseaba dejar todo en orden antes de partir y además dejó en claro que, llegado el momento de su muerte, no quería que lo enterraran:
No habrá entierro. Después de todas las historias oscuras de la familia Hallyday, las exequias en la Madeline me parecen una broma.
Lo dijo en referencia a los funerales de Johnny Hallyday, uno de los cantantes más famosos de Francia y cuyos fans convirtieron el templo de Madeline en un lugar para homenajear a la estrella del rock.
No quería nada parecido y por eso dejó muy en claro que quería ser incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas junto a las de su madre y a las de su gata Choupette, si la mascota fallecía antes que él; en caso contrario, el diseñador planeó dejarle una buena parte de su fortuna a la glamurosa felina.
La jubilación no existía para Karl, pero sabía que habría un final
Karl era un hombre que trabajó hasta el último de sus días y aun así nunca estaba satisfecho con su trabajo, él lo explicaba de esta manera: “nunca estoy contento conmigo”. Tal insatisfacción era lo que lo empujaba a seguir trabajando y a eliminar la palabra jubilación de su vocabulario; sin embargo, sabía que el día que muriera sería su último día de trabajo y ese momento ha llegado, se lleva con él más de medio siglo de estilos visionarios que, posiblemente, nadie podrá igualar.
No quiero ser una realidad en la vida de los demás. Quiero ser como una aparición, que aparece y luego desaparece.
Karl Lagerfeld 10 de septiembre de 1933-19 de febrero de 2019.