Paul Walker hizo que el sueño de una joven pareja se hiciera realidad hace poco más de 10 años, e incluso después de su muerte hay personas que recuerdan ese generoso gesto. En el 2004, el joven veterano Kyle Upham y su novia Kristen buscaban un anillo de compromiso en una joyería en Santa Bárbara, justo antes de que Kyle fuera enviado por segunda ocasión a Irak. Junto con un hombre joven, eran los únicos clientes en ese momento.
El desconocido se acercó mientras la pareja observaba los anillos, y cada vez que elegían uno los alentaba a elegir uno más grande, pero los chicos le dijeron que estaba fuera de su presupuesto. A medida que continuaban hablando, se dieron cuenta de que se trataba del actor.
Kyle le contó al protagonista de Rápido y Furioso que estaba a punto de regresar a Irak y que antes de partir, deseaba regalarle un anillo de compromiso a su chica. Kristen recuerda que el rostro de Walker se transformó al escuchar que Kyle era un soldado. Unos minutos más tarde, la pareja se despidió de Walker y salió de la tienda sin el anillo, pues rebasaba por completo su presupuesto.
No pasó mucho tiempo y una de las vendedoras los llamó por su nombre en la calle y corrió hasta donde se encontraban, con una bolsa en la mano. “Aquí está su anillo” dijo, mientras la sorprendida pareja no entendía lo que pasaba. Cuando trataron de investigar quién había sido el generoso benefactor que les regaló el anillo de 9 mil dólares, el personal de la tienda se limitó a sonreír.
La identidad del anónimo benefactor se dio a conocer después de la muerte del actor en el 2013, cuando Irene King, antigua empleada de la joyería, se dio cuenta de que ya no tenía caso mantener el secreto. Años más tarde de ese día, relató que después de que la pareja salió de la joyería sin el anillo que les gustó, Walker le pidió al gerente que lo agregara a su cuenta e insistió en que el gesto fuera anónimo.
Cuando Kristen y Kyle supieron quién había sido el autor de tan generoso regalo, no pudieron menos que conmoverse. “Cuando el anillo pase de generación en generación en nuestra familia, siempre habrá una historia qué contar”.