Una fuente cercana confirmó a CNN que después de nueve meses Kim Kardashian y el comediante Pete Davidson terminaron su relación; y aparentemente lo hicieron en términos amigables debido a la distancia y los horarios.
De acuerdo con la fuente, la distancia ha sido dura para ellos y las cosas comenzaron a desvanecerse, puesto que Pete ha estado mucho tiempo fuera, mientras que a Kim también le va bien y tiene muchas ocupaciones; así que ambos siempre están ocupados.
De una forma responsablemente afectiva, ambos determinaron ponerle punto final a la relación quedando como buenos amigos, pues el cariño y el respeto que sienten uno por el otro aún permanece; era la distancia y los exigentes horarios los que hacían difícil continuar juntos.
Su romance empezó después de que ella fuera invitada al programa Saturday Night Live en octubre del año pasado, y tiempo más tarde fueron vistos tomados de la mano cuando paseaban en un parque de diversiones.
En un episodio de Hulu, Kim confesó como se dieron las cosas, pues después de hacer una escena en dicho programa, donde se besaban, ella le pidió al productor de SNL el número de Pete y luego ella le envió un mensaje de texto, sin pensar en tener una relación con él; simplemente se dieron las cosas de manera genuina.
Y aunque todo marchaba bien, se ha confirmado que hoy por hoy solo desean ser amigos; lo cual es grato saber, ya que como recordaremos, Kim no ha pasado por rompimientos fáciles. El claro ejemplo es el que vivió con su exesposo Kanye West, con quien no solo compartió siete años de matrimonio y cuatro hijos en común; ambos querían continuar, sin embargo, en determinado momento Kim confesó que su relación estaba estancada, porque querían cosas distintas y tenían otros planes.
Esta situación la hizo sentir terrible e incluso llegó a confesar que se sentía fracasada por el rompimiento. Pero fue a partir de ello que reconoció que los planes diferentes y las distancias que también existieron entre ambos, eran algo con lo que simplemente ella no puede convivir.
Siempre pensé que podría quedarme con mis niños y que mi marido se fuera moviendo de un estado a otro, pero luego me di cuenta de que no, que no había llegado tan lejos para no ser feliz.