Una de las cosas que más caracterizaba a la reina Isabel ll fue que era una gran amante de los animales, pero sobre todo de los perros, en especial de la raza corgi, ya que son casi un símbolo emblemático de la familia real. La larga tradición de este tipo de canes comenzó en 1933, cuando el rey Jorge VI le regaló un perro a sus dos hijas.
Tras el fallecimiento de la monarca británica, una de las preguntas que más resuena en muchas personas es ¿qué pasará con sus amados perros corgis?, esos peluditos que fueron descendencia de Susan, un perro que le fue regalado por sus padres cuando cumplió 18 años.
Durante toda su vida, Isabel ll demostró que estos caninos fueron su más grande amor, ya que luego de ese Corgi que su padre le regaló, demostró gran afecto por esos animales, quienes se convirtieron en sus fieles compañeros a partir de sus primeros días en el Palacio Real.
Además de ser sus fieles compañeros, sus peluditos la acompañaban a todos lados y fueron parte de momentos cruciales en su vida, ya que Susan la acompañó a su luna de miel, sus descendientes estuvieron durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y cuando la monarca se trasladó al castillo de Windsor para pasar ahí su confinamiento.
Sin embargo, la reina Isabel II no solo fue amante de los perros, también contaba con otros animales, entre los que incluye diferentes razas de canes, caballos y ponis, en los que muy seguido se le veía pasear.
Al cumplir 90 años en 2015, la reina quiso dejar de criar corgis, ya que temía dejarlos huérfanos y desamparados en caso de su muerte. Por ello, en 2018, la muerte de su perro Willow fue el final de la dinastía de corgis domesticados por ella.
Sin embargo, a pesar de su decisión por no tener más perros para no dejarlos desamparados tras su muerte, en 2021, su hijo Andrés le regaló dos pequeños dorgis (cruce de corgi y dachshund) para animarla tras la hospitalización de su esposo, el príncipe Felipe, quien falleció poco después.
Actualmente, la reina tenía cinco perros, dos corgis llamados Muick y Sandy, un dorgi llamado Candy y dos cocker spaniel. A pesar de no tener un plan oficial de lo que pasará con ellos, se especula que podrían ser regalados entre el amplio legado de familiares de la reina.
Imagino que los perros serán cuidados por la familia, probablemente por el príncipe Andrés, ya que es él quien se los regaló.
– Penny Junor a ‘Newsweek’
Por el momento, tras todo el protocolo de la muerte de la reina, el personal real británico podría estarse encargando del cuidado de los canes, ya que en más de una ocasión, la modista, asistente y mano derecha de Isabel II, Angela Kelly, la ayudó y compartió el cuidado de los perros reales.