La cantante Taylor Swift está molesta y expresó su sentir en Tumblr este fin de semana.
El motivo de su enojo fue que su catálogo musical fue vendido al empresario y mánager Scooter Braun, a quien acusa de hostigarla durante años luego del pleito que la estrella pop sostuvo con Kanye West (antes representado por Braun) y su esposa Kim Kardashian por desprestigiarla en la canción Famous -lanzada en 2016-, llamarla “serpiente” en Twitter y hacer pública una llamada telefónica en la que la vocalista presuntamente daba autorización de utilizar su nombre para el tema del rapero.
La empresa de Braun -Ithaca Holdings- anunció que adquirirá Big Machine Label Group de Scott Borchetta, que ha lanzado todos los álbumes de estudio de Taylor y tiene en su poder las grabaciones maestras (originales) de las canciones:
Dejé mis másters en las manos del fundador de Big Machine Label Group, Scott Borchetta, e hice las paces con el hecho de que eventualmente él los vendería. Pero nunca imaginé ni en mis peores pesadillas que el comprador sería Scooter.
La estadounidense declaró que trató de comprar sus anteriores grabaciones por mucho tiempo, pero… Borchetta se negó a cedérselas y la traicionó:
Es alguien para quien el término ‘lealtad’ es claramente un concepto contractual.
La estrella pop comenzó su carrera a los 15 años con Big Machine Label y perteneció a esa compañía hasta el otoño pasado cuando se unió a Republic Records de Universal Music Group. Todo parecía indicar que el trato se había realizado pacíficamente, hasta que Swift escribió su publicación en Tumblr señalando a los empresarios musicales Borchetta y Braun como manipuladores tóxicos.
Artistas como Iggy Azalea se pronunciaron en favor de Taylor Swift por proteger su trabajo y su arte, pero Braun también tiene aliados que lo defienden, entre quienes destaca Justin Bieber.