Está bien que somos jóvenes, pero la frase “uno ya no está para esos trotes” aplica en ocasiones. Este fue el caso de Adam Quinn, quien quiso sorprender a su esposa con un baile y terminó en el hospital. ¡Vaya sorpresita!
Para el día de su boda, el joven australiano decidió darle a su novia Helen un regalo muy especial delante de todos sus invitados, con una canción algo extraña. Sin embargo, el momento que esperaba que fuera de risas y felicidad, pasó a ser un episodio lleno de preocupación, pero inolvidable.
Resulta que Adam le cantó a su esposa una canción metalcore de la banda australiana Parkway Drive, sí, así como lo leen, queridas lectoras. Pero más allá de la rolita, el chico se puso en su papel de cantante metalero, bailando y saltando en la pista, la cual estaba mojada de cerveza y champaña.
Sin embargo, según información del Daily Mail, en uno de los brincos, el novio resbaló, cayendo pesadamente sobre su mano y codo extendidos, lo que provocó reacción de asombro y horror al ver cómo Adam se había dislocado el brazo.
Fue entonces que llamaron a los paramédicos para que lo auxiliaran. Al llegar, lo llevaron al hospital en una ambulancia. Mientras tanto, algunos de los invitados se quedaron a festejar la unión hasta altas horas de la noche, y aunque la pasaban bomba, Adam no la estaba pasando tan bien, pues tuvieron que sedarlo para que los médicos regresaran el codo a su lugar.
Después de pasar algunas horas dormido en la camilla, al día siguiente, el recién casado pudo regresar a casa, por supuesto, en compañía de su esposa, quien le cumplió de inmediato la promesa de “en la salud y en la enfermedad”, ya que Helen estuvo todo el tiempo a su lado en el hospital.
Ahora, la pareja recuerda entre risas este inolvidable suceso de su gran día. Además, es un hecho que Adam logró darle un regalo inolvidable y especial a su recién esposa. ¿No lo creen?