El nombre de Malala Yousafzai se dio a conocer mundialmente por un acontecimiento lamentable y trágico: cuando tenía 15 años de edad, un hombre le disparó cuando regresaba a casa de estudiar. Ella luchaba para que las niñas tuvieran acceso a la educación en un país en el que ir a la escuela es cosa de hombres.
Ahora Malala se graduó en la Universidad de Oxford de la carrera de Filosofía, Política y Economía. Ni los hombres ni las balas pudieron apagar su sueño.
La crisis la hizo quien es
Tiene solo 22 años de edad y es una activista, bloguera, conferencista, ganadora del Premio Nobel de la Paz, del Premio Simone de Beauvoir y, ahora, graduada de Oxford, una de las universidades más prestigiosas de Inglaterra y del mundo entero.
Llegar hasta donde está fue una travesía que le costó mucho dolor, lágrimas y miedo, pero mirar su pasado y compararlo con su presente la hace sentir orgullosa, pues según sus propias palabras “no te defines por lo que pierdes durante las crisis, sino por cómo respondes ante ellas”.
La niña que se volvió una ‘amenaza’
La historia de su lucha comenzó en el 2007, cuando los talibanes (un grupo islamista radical) impusieron sus leyes en el lugar en que vivía, el distrito de Swat, al noroeste de Pakistán. Una de ellas era prohibir el estudio a las mujeres y niñas.
Así que en el 2008, cuando tenía solo 11 años de edad, bajo el seudónimo de Gul Makai comenzó a escribir en un blog para la BBC para hacer públicas las represiones que la gente de su comunidad vivía. Esto no le gustó a los talibanes, quienes la vieron como un medio de propagación de ideas occidentales. Entonces decidieron deshacerse de ella.
El atentado que le cambió la vida
Era el 9 de octubre de 2012, Malala viajaba en un camión escolar para regresar a su casa después de un largo día de estudio, cuando un hombre perteneciente al Movimiento de los Talibanes Pakistaníes, un grupo terrorista, abordó el vehículo y la hirió gravemente junto a dos de sus compañeras.
El estado de salud de Yousafzai era delicado, así que la trasladaron en helicóptero a un hospital militar para posteriormente llevarla al Hospital Reina Isabel de Birmingham, en Reino Unido, pues el grupo radical amenazó con “terminar el trabajo”.
Tras múltiples operaciones y una larga recuperación, ella y su familia se mudaron a Inglaterra, donde la activista continuó con sus estudios en un ambiente más seguro.
Por ahora solo quiere relajarse
A su corta edad ha pasado por mucho, pero ahora que ha concluido una etapa tan importante de su vida solo quiere tener un poco de tranquilidad antes de volver a su vida de activista para que más mujeres y niñas puedan cumplir sus sueños, como ella.
Es difícil expresar la alegría y gratitud que siento justo ahora que completé mis estudios en Filosofía, Política y Economía en Oxford. No sé qué sigue para mí, pero por ahora será Netflix, leer y dormir.