La capitana Anneliese Satz ha hecho historia al completar el pasado mes de junio su programa de entrenamiento para convertirse en la primera mujer piloto de combate F-35B del Cuerpo de Marines de Estados Unidos; en breve partirá para incorporarse al escuadrón de ataque 121 en Japón.
Históricamente, el programa F-35 es el sistema de armas más caro en la historia militar. El avión Lightning II que fue asignado a Satz alcanza una velocidad máxima de mil 200 millas por hora (1.6 veces la velocidad del sonido), tiene un radio de combate de 833 kilómetros y se estima que con el equipamiento integral puede llegar a costar unos 229 millones de dólares.
Antes de unirse al Cuerpo de Marines, la capitana tenía una licencia comercial para volar un helicóptero Robinson R44; hace cuatro años esto le sirvió como base para iniciar la capacitación para vuelo primario y posteriormente incorporarse al Escuadrón de Entretamiento de Ataque de Marines 501, pero ahora es capaz de pilotar el F-35B Lightning II Joint Strike Fighter, el primer avión de sigilo STOVL supersónico del mundo.
El logro de Anneliese Satz llega 24 años después de que el Cuerpo de Marines tuviera a su primera mujer aviadora, aunque fue en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial cuando un grupo de mujeres pilotaron por primera vez aeronaves de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, formando el llamado Women Air Force Service Pilots, a pesar de que su función era muy diferente ya que solamente transportaban y probaban aviones o entrenaban a otros para liberar a los pilotos masculinos en las acciones de combate.
En esta ocasión, Satz, pilotando su caza con capacidad de aterrizar de forma vertical, formará parte de los Caballeros Verdes, el escuadrón 121 de Ataques de los Guerreros Marinos con base en Japón y el primero en completar un despliegue con unidades F-35B a bordo de un barco de la Armada.
En un comunicado emitido por la piloto, agradeció a sus instructores, encargados de mantenimiento y todos quienes la enriquecieron con su experiencia en el programa de estudios que incluyó más de 300 horas de vuelo, “estoy increíblemente emocionada de llegar al VMFA-121 y espero con ansias la oportunidad de servir en las Fuerzas Marinas de la flota”, expresó.