El trabajo en un call center no suele ser tarea sencilla, pues a menudo los empleados deben atender las quejas de los usuarios de las empresas que tienen un contrato con el centro de atención telefónica, por lo que, incluso con paciencia, tienen que soportar insultos y descalificaciones.
Quizá fue por esto que un empleado de Canarias, en España, tuvo la ocurrencia de autollamarse por teléfono con la finalidad de no atender en esos espacios de tiempo a ningún cliente. Por supuesto, fue despedido, pero tuvo la osadía de demandar al centro de llamadas por prescindir de sus servicios.
Según información de La Vanguardia, el empleado despedido registró más de 150 autollamadas a su línea mientras hacía home office durante el tiempo más crítico de la pandemia por covid-19, así que fue entre marzo y septiembre de 2020 que el hombre fingía trabajar. A través de una carta entregada al trabajador, el call center detalló los motivos de su despido.
Mientras su trabajo es atender a los clientes y solucionar incidencias, usted, de manera consciente y reiterada, ha falseado datos, dejando de atender a los clientes, que nos contratan para darles un servicio por el que cobramos.
Esta actitud no ha sido un hecho puntual, sino que lleva repitiéndose continuamente mes tras mes, y con distintos intervalos de duración de esas llamadas, por lo que ha manifestado con ello, fraude, deslealtad y abuso de confianza en las gestiones encomendadas.
Además, la empresa también explicó cómo fue que el trabajador se valió de una sucia estrategia para engañar a sus supervisores. Según lo que llegaron a descubrir, con esta maniobra fraudulenta se perdieron 22 horas, 40 minutos y 8 segundos de trabajo real.
Se estaba autollamando para que su estado en la aplicación de la empresa apareciera como ocupado y así no le entraran las llamadas de nuestros clientes.
Pero lo que no podemos creer es que además de fraudulento, el hombre quiso hacerse la víctima, alegando despido injustificado, por lo que presentó un recurso legal contra la empresa en la que “trabajaba”.
Afortunadamente, su caso no prosperó, pero el sujeto no se rindió y llevó su caso ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, donde de nuevo le dejaron claro que él no tenía la razón en esta historia.
https://youtu.be/5Fm3zMSsTSU