Para determinar cuándo tendremos el potencial de expandirnos más allá de la luna y la Tierra, investigadores crearon un modelo fundamental que predice las fechas de lanzamiento más tempranas posibles para misiones tripuladas por humanos desde el espacio a destinos seleccionados en el sistema solar.
En un estudio publicado en arXiv, investigadores de Estados Unidos, China y los Países Bajos pronosticaron las fechas razonables en las que la humanidad logrará explorar nuevos planetas en el sistema solar.
El análisis proporciona un cronograma proyectado para misiones tripuladas más allá de Marte basado en una combinación de relaciones lineales y exponenciales que da como resultado una ecuación que se puede resolver conectando los puntos de datos de distancia y tiempo del comienzo de la carrera espacial. El primero se define como la distancia que los humanos han recorrido desde la Tierra y el segundo, como el comienzo de la carrera espacial en 1957, cuando ningún ser humano había abandonado la Tierra.
Otro dato crítico tomado en cuenta es cuando los humanos llegaron a la luna en 1969, a una distancia de 384 400 kilómetros. El próximo paso en la exploración todavía es especulativo hasta este punto, pero los autores establecieron dos escenarios diferentes para cuando la humanidad llegue a Marte.
Dados los pronósticos de lanzamiento, se estima que los primeros humanos pisen el planeta rojo objetivamente en 2038, que es cuando el programa Artemis de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) planea hacerlo. Pero los expertos también reconocen que debido a la historia de retrasos en el programa de exploración espacial humana en los últimos tiempos, podría ser hasta 2048.
Otros factores tomados en cuenta en el análisis se basan en la tendencia presupuestaria histórica de la NASA y en el desarrollo general de la investigación de exploración del espacio profundo. Usar el presupuesto de la NASA como variable en la ecuación desbloquea una relación lineal relativamente simple entre el tiempo y un presupuesto no ajustado a la inflación.
Aunque usar el presupuesto de la NASA sería relativamente limitado, ya que la agencia solo representa a un país, incluso si ese país tiene el programa espacial más extenso del mundo, puede actuar como un representante para la financiación de la exploración espacial en general a pesar de que el sector privado ha ido ganando terreno en los últimos años.
El avance tecnológico es el más difícil de cuantificar, ya que las misiones en el espacio profundo están fundamentadas en el diseño, la fabricación y el funcionamiento de hardware complejo y sistemas de soporte vital.
Para ello, los autores se basan en un modelo de la cantidad de artículos publicados en un año determinado que mencionan la exploración del espacio profundo como indicador del nivel de tecnología necesario para completar esas misiones. La relación que encontraron para esa métrica de la cantidad de artículos a lo largo del tiempo es exponencial, alcanzando un máximo aproximado de dos mil artículos por año recientemente.
El modelo asigna el año 2073 para una misión tripulada en el cinturón de asteroides, 2103 para que los humanos visiten Júpiter y sus satélites y 2132 para una misión a Saturno. Aunque existen algunas diferencias potenciales significativas basadas en la incertidumbre del aterrizaje planeado en Marte, la tendencia general es de exploración exponencial, siempre que se continúe con el nivel actual de progreso tecnológico y niveles presupuestarios.