FaceApp no es una aplicación nueva, pero en los últimos días se ha vuelto viral sobre todo en Facebook e Instagram, que están invadidas por rostros avejentados, rejuvenecidos o que cambian de género. Para algunos expertos, la política de privacidad del desarrollador no es clara y podría implicar graves riesgos.
Venta de datos personales a otras compañías y uso del reconocimiento facial para fines aún no determinados, podrían ser los principales riesgos que enfrenten los usuarios de esta aplicación.
Michael Bradley, socio gerente de Marque Lawyers, explicó: “cualquiera que haya puesto su rostro en línea junto con su nombre y otros datos de identificación (como su perfil en redes sociales o de un sitio web), ya es bastante vulnerable a ser capturado digitalmente para futuros usos de reconocimiento facial”, ya que este se ha convertido rápidamente en un elemento clave de la identidad digital.
Advirtió que la política de privacidad de FaceApp no define qué pasaría con los datos del usuario si dejara de utilizar el servicio; lo que sí establece es que si venden el negocio los datos se irían con él y usted acepta que eso suceda.
Toda la información que se registra al comprar o dar licencias de datos ayudan a las compañías a determinar perfiles de los usuarios: si acaban de pasar por una ruptura, si está tratando de perder peso, embarazada, si es extrovertido, qué medicina toma, entre muchas otras cosas. En la actualidad existen cientos de empresas dedicadas a ser intermediarias en el mercado de datos que prácticamente cazan la información de los usuarios.
En el caso específico de FaceApp, el comentarista de tecnología Stilgherrian considera que la política de privacidad de la compañía -con base en Rusia- tiene mucho espacio de maniobra que “no ofrece ninguna protección”. Lo mismo opinó David Vaile, presidente de Australian Privacy Foundation: “piden muchos más derechos de los que necesitan para ofrecer el servicio”.
Cabe recordar que según la empresa PrivacyCloud, el 47 por ciento de las aplicaciones para dispositivos móviles venden de manera ilegal la información de sus usuarios sin su consentimiento. Sobre todo, especificó en un estudio, comparten la localización desde donde se accede a la app, el nombre de usuario y el correo electrónico.
La compra y venta de datos de usuarios que utilizan aplicaciones, redes sociales, correo electrónico y en general el Internet, se han convertido según el CEO de Apple, Tim Cook, en una “economía secreta”, por lo que propuso que en Estados Unidos exista un registro de intermediarios de información que permita a los usuarios eliminar sus datos a demanda; “creemos que cada usuario debería tener la oportunidad de decir: ‘¡espera un minuto! Esa que estás vendiendo es mi información y yo no accedí'”, declaró.
En Vermont, Estados Unidos, se ha emitido una ley histórica que obliga a las empresas que recopilan y venden datos sobre los residentes del lugar a registrarse. También les requiere especificar si existe alguna forma para que los consumidores opten por no participar en sus recopilaciones de datos, las restricciones sobre quién puede comprarlos y si han tenido alguna violación a la seguridad de sus bases en el último año.
Esta ley sienta un precedente y se prevé que el gobierno de ese país apruebe su propia legislación de privacidad de datos en un futuro cercano.