Aunque muchos creerán que el Ministerio Público, lugar donde los ciudadanos van y presentan la denuncia sobre un abuso que han sufrido, es un lugar en el que se pueden sentir seguros, ya que es un sitio lleno de policías que se encargan de proteger a las víctimas y testigos de algún delito, esta situación nos demuestra que no siempre es así.
El pasado 31 de enero, Liliana Tinoco Tovar, de 21 años, se armó de valor y, tras varios años de sufrir violencia por parte de su marido y padre de sus dos hijos, en compañía de su madre Alondra, fue al Ministerio Público estatal en Poncitlán, Jalisco, a interponer una denuncia por violencia doméstica en contra de su esposo Christofer Gerardo.
Cansada de sufrir ocho largos años de violencia intrafamiliar, ya que Liliana vivía con ese hombre desde los 13 años de edad, tiempo en el que aguantó golpe, amenazas e incluso haber sido privada de su libertad, la mujer decidió denunciarlo y poner fin a su abuso. Sin embargo, no logró concluir su demanda, ya que el agresor la siguió al lugar y le disparó a ella y a su madre.
A pesar de que, según informaron los medios locales, Liliana ya no vivía con su esposo, ni su madre ni ella se percataron de que al momento de ir a interponer la denuncia por violencia doméstica, Cristofer Gerardo las iba siguiendo, así que entró al Ministerio Público y luego de amenazar al personal, comenzó a dispararle a su esposa y suegra.
Liliana murió en el Ministerio Público, mientras que su mamá fue trasladada gravemente herida al hospital de Ocotlán, Jalisco, donde murió horas más tarde. Tras dispararles, el hombre se dio a la fuga del lugar, dejando abandonado su vehículo en las inmediaciones del lugar.
Ante los hechos, la Fiscalía de Jalisco organizó de inmediato un operativo para capturar al presunto feminicida y hacerlo pagar por el asesinato a esas dos mujeres, que se suman a los 20 homicidios contra mujeres que van a lo largo del mes de enero en el estado de Jalisco, México.
En colaboración con la Fiscalía de Nayarit, las autoridades jaliscienses dieron con el paradero del feminicida de Liliana y Alondra, quien fue detenido en el fraccionamiento Castilla, en la ciudad de Tepic, Nayarit, donde se espera que en pocos días sea vinculado a proceso y pague por el delito que cometió.
Por su parte, el alcalde de Poncitlán, Arturo Israel Ascencio, aseguró que el gobierno municipal le ofrecerá apoyo económico de manera permanente a los dos hijos de la víctima, quienes se quedaron huérfanos tras el asesinato de su madre y el arresto de su padre.