Todos somos conscientes de que hay juegos de mesa que sacan lo peor de nosotros, por eso pedimos perdón anticipado antes de emprender ese camino, pues sabemos que Hulk se queda corto ante nuestra ira. Sin embargo, siempre hay quien lleva su competitividad al extremo y si no pensaste inmediatamente en alguien de tu círculo cercano, es porque el intenso eres tú. Pero no te avergüences, porque podría ser mucho peor, créenos.
Tal es el caso del horrible momento que John Armstrong le hizo pasar a su familia durante una noche de juegos, pues un momento que se supone que es para unir terminó en una experiencia de muerte. El juego de mesa encargado de avivar los instintos animales de Armstrong fue el famoso Monopoly, conocido por generar más discordia que la manzana del Jardín del Edén.
La familia, originaria de Tulsa, Oklahoma, decidió pasar una bonita velada disfrutando de su agradable compañía mientras ingerían bebidas alcohólicas. Sin embargo, el padrastro y hermanastra de John no se imaginaban que detrás de la compra y venta de propiedades se engendraba un subtexto bastante diferente al que tenían en mente.
Según informes oficiales, los dos hombres de la casa comenzaron a mostrar sus diferencias con apoyo del juego, pues tiende a ser común que en estos momentos se use como excusa un intermediario para revelar lo que se encuentra muy dentro de nosotros. De esta forma, Armstrong no pudo contener más su furia y arremetió en contra del tablero, levantándose y echando todo por la borda.
Acto seguido, la tercera acompañante los invitó a que llevaran la pelea afuera, ya que no quería que la disputa ocasionara más estragos dentro del hogar. Fue así que, sin saberlo, esto sería el detonante final que necesitaba la noche para alcanzar el límite de la locura. Una vez afuera, dio inicio una persecución con pistola, que afortunadamente no dejó a ningún herido.
Aun así, más tarde, Armstrong admitiría a la policía que “disparó un tiro al suelo”, por lo que fue acusado de asalto con arma mortal. Además, cuando toda la escena sacada de Perros de reserva fue analizada por el ojo experto de la ley, se declaró, según el New York Post, que la fianza tendría un costo de 25 mil dólares.
De cualquier forma, no es seguro que la pelea haya iniciado por problemas personales entre los dos sujetos, o bien, que las rentas elevadas del juego hayan sido las culpables de hacerle perder la cabeza al detenido. Solo nos queda esperar la audiencia, que ha sido programada para el próximo 2 de diciembre, para saber si aplica la carta de salir gratis de la cárcel que no se pudo usar durante el juego.