Debido a la tecnología y a las redes sociales, se ha podido avanzar mucho en la localización de personas desaparecidas. Tal es el caso de Chavita, en Guadalajara, Jalisco, un niño que fue robado el mismo día en que nació y que con los años fue localizado por la difusión de su historia en las redes sociales.
De la misma forma, se ha difundido la desaparición de Madeleine McCann, una niña inglesa que desde hace 16 años está extraviada y que cabe la posibilidad de que sus padres al fin la hayan encontrado, pues este año, una joven de 21 años aseguró a través de redes sociales que tiene las pruebas suficientes para pensar que ella es Madeleine McCann, por lo que pidió que le hagan exámenes de ADN.
La desaparición de Madeleine sucedió en el balneario Osean Club, en Portugal, el 3 de mayo del 2007, cuando ella se encontraba vacacionando con sus padres y hermanos en ese país y desde aquel entonces, no se sabe nada de su paradero. De acuerdo con la cronología de los hechos, la última vez que sus padres vieron a su pequeña de tres años fue cuando ellos decidieron salir a cenar con unos amigos, dejando a sus hijos dormidos en la habitación.
Sus padres se encontraban a unos cien metros de distancia y continuamente se turnaban para echarles un vistazo. Todo transcurría de manera normal hasta que Kate McCann, madre de los niños, fue a la habitación a checarlos y se dio cuenta de que su hija Madeline ya no estaba en su cama.
El caso trascendió a tal grado que Portugal ya tenía alertas en aeropuertos y fronteras, por si el raptor pretendía sacar a Madeleine del país. Días después, las autoridades dieron a conocer que, presuntamente, se había visto a un hombre cargando a una niña cerca del resort, por lo que no dudaron de que un depredador sexual estuvo atento a la niña y a la familia todo el tiempo, sin que los padres de la menor se dieran cuenta.
Luego de hallar muchas negligencias por parte de la policía de Portugal y de que esta cerrara la investigación, con el paso de los años, sus padres no perdieron la esperanza de encontrarla, así que siguieron insistiendo para que la policía británica siguiera el caso. En el 2020, los investigadores británicos dieron a conocer que el principal sospechoso era Christian Brueckner, un hombre alemán de 43 años que cumplía una condena por haber cometido abusos sexuales entre los años 2005 y 2018.
Aunque el hombre negó ser responsable del rapto de la niña, según los investigadores, este hombre vacacionaba en la misma ciudad en donde desapareció la pequeña y en las mismas fechas.
Por su parte, la familia siguió difundiendo las fotografías de su hija y al viralizarse por diversas redes sociales, Julia Wendel, una joven de origen polaco, señaló que tenía algunas dudas sobre su origen y que fue víctima de Christian Brueckner. Por eso, y un comentario de su abuela, la joven tiene la seria sospecha de que ella y Madeleine son la misma persona. Además, dice que comparte todas las similitudes con la pequeña extraviada.
Recientemente, Julia logró contactarse con los señores McCann debido a que creó una página de Instagram para que la viralizaran y así poder tener comunicación con ellos. Después de un tiempo, los padres de Madeleine han concedido que se haga las pruebas necesarias para saber si es su hija perdida o no.
Por otro lado, los agentes de la Scotland Yard, Policía Metropolitana de Londres, se han negado a cotejar el ADN de la chica polaca debido a la elevada cantidad de testimonios similares, aunado a que los expertos del cuerpo policial londinense aseguran que, según el envejecimiento robot, Julia Wendel no se parece en nada a Madeleine McCann.