La periodista Lydia Cacho hizo una denuncia pública en la Columna Invitada de Opinión 51, donde señaló a Alejandro Marcovich, exguitarrista de Caifanes, por violencia familiar, amenazas de muerte, racismo y acoso sexual.
Además, dejó ver un posible tráfico de influencias al afirmar que si el agresor no fuera un productor musical y guitarrista famoso, seguramente ya hubiera sido detenido.
La escritora Lydia Cacho, autora de Los demonios del Edén, hizo fuertes revelaciones en contra del músico argentino Alejandro Marcovich, quien hace aproximadamente un año informó en sus redes sociales que padecía cáncer de próstata. Sin embargo, en la columna, que la también activista de los derechos humanos tituló Crueldad y fama, lanzó importantes cuestionamientos.
Si un hombre está hospitalizado por cáncer de próstata, ¿le perdonarías que haya intentado ahorcar a su hija? ¿Le perdonarías que haya intentado matar a su esposa y la haya tirado desnuda a la calle para darle una lección? ¿Le perdonarías que haya ejercido tal violencia contra su hijo que creció aterrado de que papá volviese a casa? ¿Le perdonarías el racismo porque le viste tocar en el Corona y te sabes sus canciones?
La famosa escritora confesó que conoce al guitarrista desde hace 20 años debido a que muchas veces estuvo en el backstage de sus conciertos y aclaró que fue antes de que él terminara peleándose con todos los músicos que tocaba.
Recuerdo cuando una estudiante suya de música, una chica de 17 años, me contó cómo la había acosado sexualmente y cuando ella se negó, él la insultó y le dijo que miles de mujeres morían por un beso de Alejandro Marcovich. Ni esta chica, ni la esposa, ni su hija, ni su hijo, ni los jóvenes músicos a los que golpeó con rabia bajo la excusa de haber consumido drogas, se atrevieron durante años a denunciarlo penalmente.
Sin embargo, según el texto de la también conferencista, en 2014, Gaby, la esposa de Marcovich, por fin se atrevió a denunciarlo, pero el músico se salió del hogar familiar y se amparó para evitar que lo arrestaran por violencia intrafamiliar.
Como muchos famosos, Marcovich utilizó influencias y actos de corrupción para destruir a su propia familia y protegerse de la justicia. En un acto de violencia patrimonial, el músico le quitó todo a su esposa, incluso las propiedades que eran originalmente de ella.
Finalmente, entre otros puntos, la periodista hizo una reflexión acerca de cómo la fama influye para que algunos personajes sean intocables, ya que considera que el músico sigue libre precisamente por su fama y el tratamiento que lleva contra el cáncer.