Recientemente, los astrónomos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) han investigado más a fondo los agujeros negros. Luego de que hace poco compartieran el sonido que emite uno, ahora han observado que el nacimiento de un agujero negro causó un destello de luz jamás antes visto en el espacio.
Asegurando que pretenden estar preparados para cualquier cosa que el universo les arroje, los científicos de la NASA detectaron un brote de rayos gamma emitidos a una distancia de 2400 millones de años luz de la Tierra, que aparentemente fueron causados por el nacimiento de un agujero negro.
El destello de luz más brillante jamás antes visto en el espacio fue visto por primera vez el pasado 9 de octubre por los telescopios en órbita terrestre de la NASA, que duran por varios minutos y que los especialistas aseguran que son por causa de la muerte de estrellas gigantes hasta 30 veces más grandes que el sol.
Según lo explicó el astrofísico Brendan O’Connor, la estrella explota, se convierte en supernova y antes de colapsar, forma un agujero negro. De esta forma, la materia forma un disco alrededor de él y es absorbida, por lo que libera energía que llega a viajar hasta un 99.99 por ciento a la velocidad de la luz.
Está batiendo récords, tanto en la cantidad de fotones como en la energía de los fotones que nos llegan. Algo tan brillante, tan cercano, es realmente un acontecimiento único en el siglo.
– Brendan O’Connor
El destello que fue nombrado GRB221009A destacó por ser un evento que sucede muy pocas veces, por lo que la luz captada liberó fotones con un récord de hasta 18 teraelectronvoltios de energía que impactó en las comunicaciones de ondas largas en la atmósfera terrestre, lo que llamó la atención al ser reflejadas en los infrarrojos del telescopio del Observatorio Gemini Sur, en Chile.
Los brotes de rayos gamma en general liberan en cuestión de segundos la misma cantidad de energía que nuestro sol ha producido o producirá en toda su vida y este evento es el brote de rayos gamma más brillante.
En colaboración con la Universidad de Maryland y la Universidad George Washington, los telescopios de la NASA observaron la llamarada el pasado 9 de octubre, fecha desde la que se le continua rastreando en la búsqueda de identificar algunos signos distintivos de las supernovas que les ayuden a confirmar su hipótesis sobre el origen del destello.